jueves, 31 de enero de 2013

ENERO







En el frío enero
busquemos 
a la reina de las nieves
Por sus placenteras laderas...
* * *
Ya se acaba enero, me gustaría poner una foto dedicada a cada mes del año.
Una especie de calendario fotográfico.
El mes de febrero espero ser más puntual y no ponerla el último día del mes!!!

miércoles, 30 de enero de 2013

El sexto día






Abro mi caja de herramientas.
Tengo ojos.
Tengo dientes.
Algunos cables.
Pinceles y pinturas.
Ha llegado la hora de crear un hombre.



firmado por: Osazo

 * * *

Continúa en: El séptimo día

lunes, 28 de enero de 2013

Alguien se ha sentado en mi escritorio...



Esta mañana volvimos a casa de nuestro paseo dominical.
Papá se sentó a la mesa y dijo mosqueado:
—Alguien ha probado mi sopita
Mi hija Elena se sentó ante su plato y dijo:
—Alguien ha probado también de mi sopita…
Mi hijo Pedro dijo:
—Sé que me repito, pero alguien ha probado también mi sopita
Yo me senté en la cabecera de la mesa y protesté:
—Alguien ha probado mi sopita… ¡Y se la ha tomado toda!

Luego pasamos a nuestras habitaciones.
Mi hijo Pedro dijo:
—Alguien ha tocado mi ordenador
Mi hija Elena dijo:
—Alguien se ha conectado con mi Smart Phone
Papá dijo:
—Alguien ha encendido mi Ipad…
Yo llegué a mi mesa y exclamé:
—¡¡¡Alguien se ha sentado en mi escritorio y ha usurpado mi ordenador!!!



Osazo me miró con indiferencia y siguió aporreando como un poseso el teclado.

Seguro que escribe cuentos mejor que yo.
He pensado dejarlo aquí durante un tiempo y que alimente mi blog.

domingo, 27 de enero de 2013

Mi mundo en libretas



Acuática hizo en su blog una entrada sobre sus libretas para borradores de microrrelatos, en la que nos preguntaba sobre nuestras libretas. Tengo que reconocer que soy la reina de las libretas, me encantan desde niña los cuadernos con portadas bonitas... Y tengo de todos los tipos, tamaños y para todas las ocasiones. En el bolso llevo una pequeñita, donde cazo las ideas que se me ocurren por ahí y que si uno no anota se olvidan. Son gérmenes de futuros relatos o cosas que pienso para algo que estoy escribiendo en ese momento y luego las paso al ordenador. No soy tan organizada como la amiga Acuática, yo solo apunto ideas, frases más o menos elaboradas, que se van sucediendo en las páginas de la libreta sin ningún orden y con una letraja que a veces hasta a mí me cuesta descifrar (sobre todo como lo haya escrito en el autobús...). Luego lo trabajo en el ordenador, que es mi herramienta fundamental de escritura y cuando ya lo he pasado al ordenata, trazo una raya sobre lo escrito para saber que ya está a limpio, o pongo un asterisco en la parte superior de esa página. Entre sus páginas guardo también alguna florecilla seca de los paseos por el campo y una pajarita que hice con un papel de propaganda azul clarito muy mono y un dibujo que hizo mi hijo en un papelillo en un bar.... La que llevo ahora es la azul, la otra es de hace un tiempo, pero es pequeñita y os la enseño porque me gusta mucho, tiene unos dibujos preciosos.



Tengo otra libreta muy bonita, esta de la luna, que me regaló mi hermana y que guardo en el cajón de mi mesilla de noche, para esas cosas que me vienen antes de dormir (generalmente pocas, porque me duermo enseguida y no me da tiempo ni de pensar ni de anotar), pero sobre todo para esas ideas que nacen cuando me despierto el fin de semana y en ese delicioso estar pero sin estar, medio despierta medio dormida, sueño e imagino. También apunto a veces en ella frases del libro que estoy leyendo por la noche. Esta es una libreta más grande y en ella me explayo más que en la del bolso (pero eso no en la cama, que es bastante incómodo). A veces también recoge mis sueños, cuando me despierto los anoto porque si no, se me olvidan, los sueños son frágiles y se esfuman con facilidad, sin darnos cuenta, ya no queda ni rastro de ellos.



Y por último están mis libretas de viajes, donde llevo mi diario de las jornadas viajeras, con el itinerario y las anécdotas del día. Suelo empezarlas con bastante orden al comienzo del viaje, noche tras noche, pero al final el viaje me atrapa en su vorágine y la libreta suele quedarse rezagada y sin terminar, pero al cabo del tiempo, cuando abro estas cajitas conservadoras de experiencias, es maravilloso poder reencontrarme con nuestras pequeñas aventuras. Esta es la última de mis libretas de viaje y no, no estuve ne París...


En otra agenda, en casa, apunto los libros que leo cada año, título y autor, con uno, dos o tres asteriscos según me haya gustado más o menos.

En otra libreta recojo los libros que quiero leer, que he encontrado en alguna reseña o he visto comentar en internet. También apunto películas que me pueden interesar o música, en fin, todo todito lo que me pueda gustar y que tengo pendiente de encontrar y disfrutar. Y también tengo en ella más ideas para cuentos e historias empezadas y sin terminar. Esta es mi libreta más bonita, me la regaló mi cuñada Alicia, con este maravilloso dibujo en relieve de la artista Laurel Burch, Alma y Lágrimas:


Así que como veis tengo libretas de todos los tamaños, gustos, colores y diversidad de contenidos... Mi  pequeño gran mundo de las libretas…

En el diván



Fotografía de Pedro Rovira Tolosana

Últimamente sueño que vuelvo a estudiar. Una noche sueño que leo libros gordos de Saint Exuperi en una escuela de primaria; otra, ingreso en un instituto inglés con iglesia neogótica y mercadillo colorista en sus calles; la siguiente, estudio en la universidad de Barcelona, donde Gaudí decora mi carpeta de apuntes con mosaicos de cerámicas rotas. Siempre con esa inseguridad de si seré capaz de memorizarlo todo, después de más de veinte años sin pisar un aula.
Cuando me despierto, me pregunto qué significa todo esto. Por la tarde, voy a mi psicoanalista, me tumbo en el diván junto a la ventana, mi mirada se pierde en la contemplación de las hojas de los plátanos de la avenida y toco el cielo con los dedos y con la punta de la lengua.
Mi psicoanalista nunca tiene la respuesta, me invita a que la encuentre yo misma.
—La respuesta —le digo con absoluta seguridad—, tampoco está en mí; la respuesta se encuentra en este diván.
—Bien, duérmase entonces —me aconseja él con voz suave, tranquilizadora.
Cierro los ojos, pero desconfío: me invade el convencimiento de que no despertaré de este sueño, o de que si lo hago, no lo recordaré.

miércoles, 23 de enero de 2013

Mejor Manolo




He terminado de leer el último Manolito, de Elvira Lindo, Mejor Manolo, como dice él. He vuelto a disfrutar de la voz continua de este niño charlatán que cuenta (no narra, cuenta) las peripecias de su familia con ese humor tan peculiar y tan actualizado en este libro, en estos tiempos de crisis, en los que, como en la novela,  los abuelos viven con la familia porque sin su pensión no podrían llegar a fin de mes. He vuelto a esa familia donde todos se quieren pero nadie se lo dice al que tiene al lado, excepto quizá el abuelo, con quien Manolito tiene una unión especial...

Lo único que echo en falta es que me había hecho unas expectativas diferentes con este libro: después de oír en la radio, leer en prensa que Manolito había crecido y se había hecho adolescente, me he encontrado casi con el Manolito de siempre... Porque en una buena parte del libro vuelve, como dice él, al principio de los tiempos, al tiempo en que solo existían él y el Imbécil... Esperaba encontrar un Manolo más mayor, un Manolo que hubiera  cambiado la voz (no la literaria, sino la física), que hubiera dado un estirón, un Manolo más adolescente, en suma. Todavía sigue siendo ese niño que siente celos de su hermano pequeño, aunque  ahora le da pena ese hermano pequeño que a su vez tiene celos de su nueva hermanita, Chirly, con la sabiduría que da el haber sufrido en las propias carnes la experiencia. En eso sí que ha cambiado, y ha crecido: se ha hecho más consciente, más responsable de su abuelo, por ejemplo, y también de sus hermanos. Pero yo esperaba un Manolito que fuera al instituto, y veo que Elvira Lindo sigue encontrándose más a gusto con ese Manolo del último curso de primaria, el mayor... de los pequeños.

Conocí a Manolito cuando ya era adulta y disfruté siempre de sus historias, como una niña, porque los mayores reconocemos esas situaciones y nos tronchamos también con ese niño genial que nunca calla; he pasado muy buenos ratos con sus historias y sé que ha conseguido que muchos chicos que no podían ver un libro ni de lejos se tragaran sus libros de un tirón, gracias a esa cercanía tan actual del personaje, a esa charla coloquial que parece que nos esté hablando de tú a tú (creo que en los primeros libros Manolito todavía daba más esa sensación de charlatán, tenía un lenguaje desbordante), siempre tengo la sensación cuando leo a Manolito de que lo estoy escuchando; además ha creado un lenguaje propio, con giros personales (quién no ha dicho nunca eso del mundo mundial, que Manolito reivindica en la introducción del libro como una frase que él acuñó y de la que todos nos hemos apropiado, sin que cobre copy right alguno). Le doy las gracias a Elvira Lindo por crear a este personaje que nos acerca al mundo de los niños, de los celos, de las familias corrientes y con pocos recursos económicos, a esa visión desde los ojos de hermano mayor siempre dejado de lado, con humor (del de partirse de risa) y con cariño. Con ese humor fuera de lo políticamente correcto, que no gusta a los directores de escuela... Aunque en realidad como dice Manolito, esa señora escritora lo único que hace es escribir lo que Manolito le cuenta...Y de eso, él solo va a sacar un ordenador, mientras que ella se está forrando, jeje. 

A los que no conocen a Manolo, que empiecen a leerlo desde su primer libro, Manolito Gafotas, no tiene desperdicio, son libros para grandes y chicos.

A los que fuisteis sus seguidores, volved a reencontraros con él, eso sí, llamadlo ahora mejor Manolo... Se lo merece.

Por supuesto, el libro cuenta con las divertidas ilustraciones del gran Emilio Uberuaga 

Mejor Manolo, de Elvira Lindo
Otros libros dela serie:

Manolito Gafotas
Pobre Manolito
¡Como molo!
Los trapos sucios
Manolito on the road
Yo y el Imbécil
Manolito tiene un secreto

Y para terminar, la web de Manolito Gafotas.

Y la de su autora, Elvira Lindo, que no solo escribe para chicos, no podéis perderos Lo que me queda por vivir, por ejemplo, un libro lleno de recuerdos y de sentimientos. ¿Quién le habrá contado esta historia a Elvira, quién?



domingo, 20 de enero de 2013

No existo







Hay momentos en que creo que no existo, cuando mis legañas no me dejan verme en el espejo, cuando en el autobús solo encuentro miradas perdidas que me atraviesan, cuando al llegar a la oficina digo buenos días y ninguno de mis compañeros me contesta. Pero la prueba irrefutable de mi no existencia se revela cuando intento salir del Panishop abrazado a mi baguette y la puerta acristalada automática no se abre.


viernes, 18 de enero de 2013

El príncipe que cruzó allende los mares





Hoy quiero presentaros un libro infantil de los escritores Roberto Malo y Francisco Javier Mateos, y el ilustrador David Guirao, amigos de la tierra, que me ha gustado mucho. Se trata de El príncipe que cruzó allende los mares, de la editorial Nalvay, también de Teruel, así que todo se queda en casa, en nuestra tierra aragonesa.

Mañana será la presentación-cuentacuentos del libro en El Armadillo ilustrado, que por cierto, también es la librería de una pareja de amigos, Beatriz Barbero Gil y Victor Romano, que se han especializado en la venta de libros ilustrados, ya que los dos pertenecen al mundo de la ilustración y el comic, respectivamente. En su librería siempre cuelgan las obras de algún artista de los libros y tienen una selección de esos libros preciosos, auténticas obras de arte, que todos desearíamos tener. Darse un paseo por allí siempre es el mejor modo de llenar nuestros ojos de imágenes que nos hacen soñar, de cuentos que son un placer de leer.
 
El príncipe que cruzó allende los mares, el libro, yo lo tengo dedicado con una maravillosa acuarela de David y las palabras de Roberto; es una maravilla: la historia es divertida, ideal para los niños y con mensaje. A una princesa le han robado el alma y tres príncipes tratarán de recuperarla. Historia infantil, pero con guiños a los lectores adultos que gustan de compartir sus historias con los niños, y las ilustraciones, que os voy a decir, soy una fan incondicional de David, sus espléndidos caballeros llenan las páginas, tiene un componente épico y mítico de estilo griego extraordinario, cada príncipe de la historia está caracterizado de acuerdo con su personalidad. Llevad a vuestros peques a verlo, por allí estará Roberto Malo, que es componente del grupo de teatro infantil Galeón, y eso es garantía de la risa, os lo prometo.

Esta es la dedicatoria de Roberto y David en mi libro, una chulada, de verdad:




Por el blog de David, murmullos en el desierto, podéis ver ilustraciones de este libro y encontrar los homenajes que hace a los grandes artistas de la pintura, como las espirales de Van Gogh, o las imágenes de Utaga Hiroshigue, esa es otra manera de disfrutar y descubrir lo que hay detrás de esta obra. Tiene varias entradas en su blog sobre las ilustraciones, echadle un vistazo.

¡No os perdáis el libro ni la presentación!

El príncipe que cruzó allende los mares
Pesentación: Sábado 19 de enero, 12:00
en

C/ Las Armas 19


martes, 15 de enero de 2013

Deseo de colores (Carrera verde)


Fragilidad, Fotografía de Raquel Lozano


Mi madre dice que cuando sople un diente de león, puedo pedir un deseo. Le digo que quiero volar como las mariposas. Pero ella me contesta que si digo mi deseo en voz alta, no se cumplirá.

Mi madre dice también que en una región de Inglaterra las mariposas se volvieron negras, porque había mucha contaminación. El humo de las fábricas pintó de negro los troncos y las hojas de los álamos blancos. Por eso solo sobrevivían las mariposas de color oscuro, que se confundían con los árboles y como los pájaros no podían verlas, no se las comían.

Cuando soplo el diente de león, cierro los ojos y ya sé que pedir: que las mariposas nunca pierdan sus colores por culpa de los malos humos de los hombres.


* * *

Esta es mi contribución a la Carrera Verde organizada por nuestra entrenadora de micros ecologistas Luisa Hurtado. Participo en esta carrera por relevos en el magnífico equipo de los Lagartijos; he recibido el relevo con esta fotografía de Raquel Lozano que ha inspirado mi relato y le devuelvo el testigo a Raquel, para que escriba un relato con la última frase. 

Comenzó tejiendo esta carrera Diana Narváez, que pasó el relevo al tejado de Alberto Proset; éste, con su ecología retorcida, pasó el testigo a Raquel Lozano, que, vestida con su piel de retales, me regaló esta hermosa fotografía para que pidamos deseos de colores.

¡Ánimo Raquel! 
¡Aúpa Lagartijos!
¡Que continúe la Carrera Verde!



jueves, 10 de enero de 2013

Credo veneciano



El muchacho vestía una sudadera con capucha que le cubría la cabeza. Entró en el café Florian, en la plaza de San Marcos: "Sorpréndame con una de sus especialidades", pidió al camarero de blanca librea. El camarero trajo en la bandeja un botellín blanco en cuya  etiqueta se leía: Crema de Asesinos. Vertió con elegancia la crema frambuesa en la taza. Los músicos interpretaban La Consagración de la Primavera. El muchacho le dio vueltas con la cucharilla, aspiró el aroma y se bebió la taza de un trago. La transformación no se hizo esperar: se levantó, hincó su rodilla en tierra, e inclinó su cabeza en sumisa reverencia a los pies del camarero. El camarero le entregó la espada. Él la ciñó en su cinto y caminó con sus rudas botas hacia la salida del café.
Las palomas de la plaza se espantaron a su paso, mientras las campanas de San Marcos celebraban el nacimiento de un nuevo Assasin’s Cream.





* * *

Para mi hijo, sus Assasin's Creed y los Assasin´s Cream de su padre...

miércoles, 9 de enero de 2013

Con un ojo abierto




Cuando despertó, se convirtió en un insomne perpetuo. Como un dragón pasó las noches con un ojo abierto y una oreja cerrada. Guardián del tesoro rubio que dormía a su lado.

* * *

Para Esta noche te cuento,  un homenaje a Monterroso...   ;)

Podéis verlo aquí 

lunes, 7 de enero de 2013

¡Empieza la Carrera Verde!






Hoy empieza la Carrera Verde, que organiza Luisa Hurtado (microrrelatos al por mayor). No podía ser otra, sí, la que nos cita cada lunes con un micro ecologista... Se trata de una carrera por relevos, donde los participantes de los distintos equipos se van pasando el relevo de escribir o ilustrar de uno a otro. El pistoletazo de salida lo ha dado Sara Lew con esta ilustración de Yo ReCiclo:




Para saber como funciona esta carrera más en detalle podéis ver las bases aquí y en esta entrada los diferentes equipos.

Nuestro equipo es el de los Lagartijos y Diana Narváez nuestra primera corredora. ¡Aúpa Diana! ¡Monta en la bici verde de Sara y... a correeeeer!!!

domingo, 6 de enero de 2013

Cuento de Reyes Magos





Mi madre adornaba la ventana con estrellas de nieve que recortaba ella misma en papel de plata. Una noche del cinco de enero, entre aquellas estrellas, vi a los Reyes Magos montados en sus camellos, flotando en la noche. Emocionado, corrí a avisar a mis padres, pero su cama estaba vacía. Corrí al cuarto de estar y encontré junto a mis zapatos un montón de regalos, iluminados por las luces de colores del árbol de navidad. Me volví hacia la mesa y comprobé que se habían comido el turrón, habían apurado también las tres copitas de licor, y los camellos habían dado cuenta del agua y los dátiles. Pero no había sido suficiente, estaba claro: a cambio de los regalos, los Reyes se habían llevado a mis padres. Grité por la ventana hacia donde había visto los Reyes hacía un minuto:
—¡Mamá! ¡Papá! —las lágrimas me nublaron la vista.
Mi madre me cogió en brazos.
—¿Te han dejado volver? —pregunté angustiado—. ¿Y papá?
—Papá está aquí, cielo, no hemos ido  a ningún lado.
Entonces creí que las lágrimas siempre nos devolverían a los seres queridos.

Ahora es navidad otra vez y ellos se han marchado. Pero la vida me ha enseñado que por mucho que mis lágrimas humedezcan mis ojos, ellas ya no podrán hacerlos volver.



* * *

Con este relato de Reyes estuve en Esta noche te cuento en diciembre, algunos ya lo habréis leído, pero no podía dejar de ponerlo aquí hoy.

¡Felices Reyes!

Una bruja solo puede desearos que sus majestades os hayan traído todo el carbón que pedisteis.

martes, 1 de enero de 2013

Menú de Año Nuevo

Dibujo de Airam Hesse o María Hese


Al despertar, oí un tremendo rugido que venía de la calle. Me asomé a la ventana y lo primero que vi en la luminosa mañana de Año Nuevo fue el camión de la basura. Venía a llevarse todos los trastos viejos de los que nos habíamos desprendido por fin en Nochevieja. Sentí que los pobres basureros no libraran en un día tan señalado, pero alguien debía hacer el trabajo sucio de llevarse el pesimismo, la mala uva, el egoísmo, el cinismo y los malos augurios. Y todos los demás ismos en los que nos estábamos ahogando.

Recogí en mi cuerpo desnudo la ilusión que arrojaba el sol en cada uno de sus nuevos rayos. Aparté las grises cenizas que quedaban en la chimenea y soplando las brasas sobre un nuevo madero, encendí un fuego brioso que iluminó el hogar. En él cociné una sopa de alegrías siguiendo la receta de mi abuela: amor, paz, cariño y tesón a partes iguales; un pellizco de sal y otro de pimienta, y bien de azúcar para pasar los malos tragos.

Ahora comparto esta sopa con todos mis seres queridos, mi familia y amigos y no faltará además una copa de champán para brindar.