domingo, 30 de diciembre de 2012

En Esta Noche Te Cuento





Hoy estoy en Esta noche te cuento, coged una mantita, arrebujaros junto al fuego de la chimenea y escucharéis allí mi Cuento de Reyes Magos.

El tema de diciembre es: ...aquella navidad, de niño...

viernes, 28 de diciembre de 2012

Documentales pedagógicos


Dibujo de mi hijo Pedro


Igual que lo hacen las ballenas, Agustín vuelca la cabeza para atrás y resopla el refresco en un vistoso surtidor naranja. La madre salta de la silla: “¡Pero qué haces, cochino, mira cómo me has puesto…!”. El vestido está chorreando; el camarero esconde una sonrisa tras la bandeja plateada, pero servicialmente se apresura a atenderla: “Enseguida le traigo un quitamanchas”. “¡Quitaniños, es lo que yo necesitaría, ayer fue el batido de chocolate…!”, rabia ella fulminando al chico con la mirada. El camarero mira la televisión, recuerda el río Mara del día anterior y piensa: mañana toca documental de llamas andinas…

* * *


Este es un relato para ReC que he reciclado de nuevo por aquí y que he llevado al vendaval de microrrelatos humorísticos que organiza Escuela de fantasía. Pasad por allí a leer relatos de humor y animaos a dejar el vuestro. Otra manera de celebrar los Santos Inocentes.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Postal de navidad en la charca



Postal de mi hijo Pedro



—A ver, a ver, ese rey un poco más a la derecha, que si no, no sale en la foto... ¿Y el niño? ¿Dónde se ha metido el niño?
—Cazando moscas, el chiquitín, que se aburría.
—Así no vamos a terminar nunca —clama la rana fotógrafa, con impaciencia—. No hay manera de completar este belén. Y también nos falta un rey...
—Martín, pero es que anda con el reuma. Con la humedad de esta charca...
—Pues tendremos que conseguir a otro; a ver, ¿quién quiere hacer de Rey Gaspar? —pregunta la fotógrafa entre los mirones.
—Llamad a Miguelín, ese que se cree que es un príncipe...
Miguelín llega buceando veloz como un submarino a reacción, feliz de pertenecer por fin a una familia real aunque solo sea para la foto de navidad.
De un ágil salto se coloca detrás de la rana disfrazada de Melchor.
—¿Y aquí no hay ninguna princesa que dé besos? —le pregunta.
—Esto es el portal de Belén, no una película de Disney —le espeta Melchor, mascullando enfadado entre la barba postiza.
—Sonreíd, decid pa-ta-ta..., ¡bien!
Un fogonazo les hace cerrar los ojos y la postal de navidad ya está preparada. El correo electrónico con la felicitación adjunta llega a todos los habitantes de la charca: todos saben de quién es esa bota gigante que está detrás de Gaspar. La única que no está contenta con el resultado es la fotógrafa. Los demás, por fin, se han librado de la murga de Miguelín. Y él…, suponen que será feliz y comerá perdiz.

* * *

Las ranas de la bruja de chocolate os desean

¡Feliz Navidad!

cantando con su croar armonioso.

Esta Postal de Navidad se ha ido a chapotear en la charca de Puck. Pasaros por allí que hay un ambiente muy ranideño y oiréis el villancico de las ranitas cantoras: ¡Croac-croac-croaaaaac...!

domingo, 23 de diciembre de 2012

Cambio de escenario






En el centro comercial ha llegado la navidad. Las luces de colores se encienden y se apagan haciendo guiños a los visitantes. El muñeco de Papá Noel ríe ¡jou, jou jou…! Árboles de navidad con espumillón brillante en las puertas de las tiendas, acebos falsos de frutos rojos en los escaparates, villancicos de música de fondo. Todo es una fiesta. Y hay gente, mucha gente por los pasillos, subiendo y bajando por las escaleras mecánicas. Son pordioseros, vagabundos, pobres que ya no tienen más que perder ni qué ganar. Se pasean arrastrando los pies con sus zapatos rotos, despacio, observando a su alrededor con ojos de deseo: los adornos navideños, los libros, las cajas sorpresa, las coquetas mesas con sus manteles de encaje y vajillas brillantes, opulentas, y los ordenadores, las video consolas, los juguetes que hablan, los juegos de madera. Entran y salen de las tiendas, no tocan nada, aunque saben que hoy es Navidad, hoy es su día, pueden entrar aquí y usar lo que quieran. En las tiendas no hay dependientes, no hay guardias de seguridad, nadie puede detenerlos. En la fiesta del consumo, hoy están invitados. El resto de los días es territorio vedado. Van cogiendo confianza, poco a poco. Se sientan en las mesas de los restaurantes y comen, comen, comen todo lo que pueden, antes reventar que sobre… Se visten de Armani y de Chanel, juegan a ser príncipes y reinas por un día. Los niños se zambullen en piscinas de juguetes. Sus sonrisas no tienen precio.

Entre las chabolas no hay luces de colores, no hay árboles de navidad. Los tejados de uralita se inclinan cabizbajos, con tristeza. La música no existe. Las estrellas auténticas deberían brillar en el cielo, pero tampoco se ven por culpa de las luces de la ciudad. Los ricos se pasean entre las chabolas. Con sus trajes elegantes, sus sombreros de copa, la mujeres con sus finos tacones se quedan atrapadas en los agujeros. Entran con aprensión en las miserables casas y descubren la indignidad de la basura reciclada, los cajones de fruta que son estanterías, las cajas de cartón que guardan tesoros de tuercas y tornillos, los carritos de bebé desvencijados, las ruedas de bicicleta que sustituyen a las ventanas. Duermen en colchones de muelles rotos que gimen bajo su peso. Sus hijos los esperan fuera jugando a la comba y a las chapas. Apenas hay comida en estas chabolas, las tripas les rugen de hambre, pero solo es un día, un día de comer pan seco y arroz, de poner su conciencia a prueba por unas horas.

Sin embargo su conciencia no tiene memoria.
Hoy es Navidad. Pero mañana todo volverá a ser igual.

Los pobres volverán a las chabolas. Los ricos regresarán a su paraíso de colores. Nunca se tocarán. Solo se verán sin verse, como siempre, de pasada, en las esquinas.

* * *

La foto es de nuestro árbol de navidad.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Por amor





Hoy participo en el concurso de microrrelatos de las bodegas Azpilicueta, con el relato que leerás más abajo. 
Si te gusta. puedes votarlo hoy en:
http://www.facebook.com/AzpilicuetaVino/app_79458893817


Me gusta terminar el día con una copa en las manos. Acercarme a ella como lo haría con una mujer: si nos dejamos conquistar por la belleza femenina a través de todos los sentidos, permitámonos también que una copa de vino nos seduzca lentamente. Primero la observo al trasluz y deseo el rojo sensual de sus labios; la acaricio sujetándola suavemente por la cintura para acercarla a mi nariz, que se prende de ese perfume sensual que me hace cerrar los ojos; mis labios sienten la calidez de sus besos, y en la boca juego con ese matiz afrutado que se enreda en la lengua; percibo el aroma retronasal del roble, fuerte, intenso, y ya vencido, me dejo arrastrar con la voluptuosidad del recuerdo de esa mujer, que inunda mi cerebro. Por eso me siento, al atardecer, y apuro la copa, despacio. Por amor al vino. Por amor a ella.


Presentación de "Cuéntame una ilustración"





Hoy es la presentación del libro Cuéntame una ilustración que ha sido el fruto del proyecto escríbeme una ilustración de la ilustradora Clara Varela. Como ya os conté Clara nos enviaba una ilustración y cada escritor contaba una historia inspirada en ella. La presentación es en la librería La fugitiva de Madrid hoy a las 20:00.
Es un libro precioso, y he participado en este proyecto con este cuento y esta fue la ilustración de Clara que lo inspiró:

Si estáis en Madrid no os lo perdáis, yo no voy a poder ir!!!

El principio del fin


Todo fin genera su principio

jueves, 20 de diciembre de 2012

Lo que siempre perdura



—¡El fin del mundo: pujjj! —exclamó chocando su nave espacial contra el cojín que estalló por los aires.
—Y entonces salió otro mundo —dijo cogiendo otro cojín floreado—, mucho mucho más bonito. Y apareció un dinosaurio... —. Su manita hacía pasear al tiranosaurio sobre las flores.
—¿El dinosaurio aún estaba allí? —le interrumpió su madre, levantando divertida la vista del libro que estaba leyendo.
—Claro, estaba esperando que todos se hubieran dormido.
—¿Y qué hizo cuando despertaron?
—Nadie despierta del fin del mundo. Luego el dinosaurio se extinguió y unos extraterrestres encontraron un fósil de su cabeza.

* * * * *
Falta una hora para el fin del mundo. Leyendo cuentos antes del fin del mundo, se nos hará más corto. Lee un montón de cuentos antes del día fatídico, según la propuesta de Acuática, que puedes ver en
Un cuento antes del fin del mundo



aquí 
encontraréis todos los amigos que participan en Un cuento antes del fin del mundo


Este es el cuento de mi hija Elena, que también ha querido participar:


¿Fin del mundo? No, gracias

Sonriente, Thali entró en el templo de la mano de su padre y se quedó boquiabierta por la cantidad de cosas que había. Las grandes figuras de los dioses, situadas al fondo; los coloridos dibujos que llenaban las paredes, el altar con las ofrendas…
Pero una roca tallada en un lado del templo llamó poderosamente su atención.
—Papá, ¿qué es eso? —la señaló.
—¿Eso? Es un calendario. Marca los días, pero este es muchísimo más grande y largo que el que tenemos en nuestra casa.
—¡Mira, se termina allí! —dijo extrañada— ¿Por qué no sigue?
—Porque a los sacerdotes les dio pereza calcular el resto —rió él—. Mira cuánto tiempo falta para que necesitemos uno nuevo. Los sacerdotes tienen vacaciones hasta que se vaya a terminar el año y hayan de preocuparse de calcular el siguiente.
—Papá, ¿te imaginas que alguien creyera que no hubiera nada después? ¿Qué se acabase el mundo o algo?
—Tendrían que ser unas personas muy tontas.
Y los dos se echaron a reír y siguieron viendo el templo, pensando en lo absurdo que resultaba aquello

domingo, 16 de diciembre de 2012

Maneras de estar contigo



Maneras de estar contigo:


A tu lado_______

encima

______
debajo

|_dentro_|

de ti
!

jueves, 13 de diciembre de 2012

Premio Opticks de Relatos Ilustrados



Ilustración de Alejandra Fernández


Hoy se presenta  en la librería Leo (Rinconada Federico García Sanchiz, 1,Valencia) el libro que recopila los relatos finalistas del IV Premio de Relatos Ilustrados Opticks. El relato que presentamos Alejandra Fernández (ilustración) y yo (texto), ha sido uno de los finalistas, podéis ver más informacíon del premio aquí. Así que estamos muy contentas con este trabajo conjunto que ha dado su fruto en un libro . Como véis, la ilustración de Alejandra es magnífica y soñadora, dan ganas de salir galopando con los unicornios. 

El relato tuvo su germen en unos juegos previos al vendaval de microrrelatos 2011; cuando lo escribí pensé que merecía la pena desarrollar esa primera idea en un cuento más largo. Al enterarme de este premio, le pedí a Alejandra si quería participar conmigo y este ha sido el resultado.

Alejandra y yo nos morimos de ganas de recibir el libro en casa, aún no lo hemos visto, y ninguna de las dos podremos estar hoy en la presentación, nos cae un poco lejos Valencia...

Cuando tengamos información sobre puntos de venta os avisamos.

Ahí va el principio del relato:

El origen de los unicornios

Eran tres hermanos. Juntos, inseparables, galopaban todas las noches en las tinieblas del bosque Oscuro. Eran unicornios, su cuerno dorado iluminaba su camino con el mismo brillo del sol de mediodía. Habían nacido al despuntar el alba para convertirse en criaturas de la noche.  El mayor tenía ojos de castaña y crines de hojas secas con olor a tierra húmeda. Atraía la lluvia de otoño, a mediados de septiembre, cuando el día acortaba y la noche crecía para que ellos cabalgaran. El mediano, con sus ojos verde esmeralda y sus crines de brezo, sembraba la primavera allí por donde pisaban sus cascos en el mes de abril, su aniversario. El menor tenía los ojos tan azules que al mirarlos uno se sentía inundado por el mar, aunque no lo hubiera visto nunca. Su madre había muerto al nacer este, pero la princesa encontró una yegua adoptiva que lo amamantó. Entre la yegua, sus hermanos y la princesa, sacaron adelante a aquel potrillo de ojos y crines azules, que cabrioleaba con sus frágiles patas mordiéndoles la cola a sus hermanos. En sus ojos estaba escrito que él los guiaría hasta sus orígenes.
Cuando creció, la fuerza de aquel unicornio se igualó a la de sus hermanos. Detrás de ellos, galopaba por el bosque sin perder el aliento. Su juventud briosa derramaba vida a su paso. Los pájaros piaban enloquecidos al oír sus cascos, las flores exhalaban un perfume más intenso, los corzos corrían a su lado para jugar, las mariposas nocturnas lo rodeaban como si fuera su príncipe y las luciérnagas se enredaban en el brillo de su cuerno. A veces, la princesa cabalgaba sobre él. Siempre cabalgaban de noche, a la princesa le gustaba la luz de la luna y el dorado resplandor del cuerno de los unicornios. Eran noches hermosas, tanto las oscuras y misteriosas de luna nueva, con los aullidos de los lobos de música de fondo, como aquellas en las que la luz de la luna iluminaba el interior del bosque, convocando fantasmas.
Una noche, la luna llena tocó con sus rayos su cuerno dorado y le arrancó destellos de plata y azul cobalto. Aquella era la señal que la princesa estaba esperando: el unicornio de ojos azules ya estaba preparado. Él resopló, movió la cabeza arriba y abajo, y los destellos azules dibujaron serpentinas alrededor de los árboles. Partieron esa misma noche. A la cabeza iba ahora el joven unicornio con la princesa cabalgando sobre su lomo. Los escoltaban en pareja el marrón y el verde. Viajando por las noches, durmiendo por el día, recorrieron páramos fangosos, llanuras desoladas, subieron montañas de afiladas cumbres que soñaban con tocar las estrellas. 
...................
La continuación, pinchando AQUI

domingo, 9 de diciembre de 2012

El peligro que amenaza al escritor de relatos


Mi mesa de escritora, miniatura de mi hijo Pedro


Estoy escribiendo un libro de relatos. Generalmente cuando escribo un relato, lo empiezo, lo desarrollo y lo termino. Luego vienen los retoques y correcciones, que se pueden dejar para más adelante, mientras escribo entre medio alguna otra historia, pero el cuento está cerrado, no admite cambios fundamentales. Sin embargo esta vez es diferente. Cinco, ahora ya seis relatos diferentes pululan por mi cabeza al mismo tiempo; el primero generó el segundo, el segundo el final del tercero, que dejó a su vez empezado el cuarto y sin terminar ni el primero ni el segundo ni el tercero, y así he llegado hasta un quinto y un sexto cuentos corriendo a la vez hacia distintas metas. Son historias diferentes, sin nexo de comunicación entre ellas, aunque, por poner un ejemplo, el perro de una se acerca a olisquear al vagabundo de otra y promete convertirse en su compañero fiel, abandonando ese apartamento de soltera donde le cuidan tan bien… Y el proceso se está haciendo imparable… Las historias se inclinan hacia el mestizaje de unas con otras con una voluntad propia que soy incapaz de detener. He tratado de ordenar los cuentos uno sobre otro, como los pisos de un edificio, para proporcionarles una estructura más firme y aislarlos convenientemente entre cuatro paredes, techo y suelo que limiten y resguarden la intimidad de cada hogar, pero los personajes se empecinan en interactuar unos con otros, coinciden casualmente en el ascensor, o bajan por la escalera, llaman a la puerta de sus vecinos  y entran en sus casas con excusa de pedir sal, o se cuelan con descaro por la ventana, o se filtran como fantasmas por las paredes… Esta comunidad de vecinos está adquiriendo una concupiscencia peligrosa y empieza a parecerse más a una comuna con la consigna del amor libre que a una ordenada comunidad con el lema de “cada uno en su casa y dios en la de todos”….  Temo que todo esto termine convirtiéndose en una novela. Y cuando digo temo es porque me da miedo de verdad.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Escríbeme una ilustración, el libro






Está visto que llevamos una buena temporada de libros, libro por aquí, libro por allá... Aquí os presento otro libro de la ilustradora Clara Varela que comenzó esta aventura en su blog escríbeme una ilustración. Ella nos enviaba una ilustración y los escritores debíamos imaginar a partir de ella un cuento. El resultado de todo ese maravilloso trabajo se ha materializado en un libro, que se titula Cuéntame una ilustración. Pero no solo eso, se trata de un audio-libro, con algunas de las historias cantadas por Quesia Bernabé. En fin, un trabajo de aúpa. Un precioso regalo de navidad, para estos días.
Si queréis algún ejemplar del libro, podéis solicitarlo a Clara en esta dirección: clarulina arroba gmail punto com.

Si pincháis en la ilustración del libro la veréis ampliada. Las ilustraciones de Clara son soñadoras, inspiradoras. A mí me tocó ilustrar la de abajo de la izquierda. Podéis ver el cuento ilustrado aquí. Le tengo mucho cariño a este relato, me vino de muy adentro. Es una historia que se la dedico con todo mi corazón a mi madre. Porque la vida de muchas madres ha sido así. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Colaboraciones II, nuevo libro de Juanlu






Ya tenemos el nuevo libro Colaboraciones II. Los dibujos de Juanlu más los relatos de muchos microrrelatistas amigos. Pasad por casa de Juanlu pinchando en la imagen para verlo y descargarlo. Otro nuevo trabajo de este gran artista que pinta nuestros relatos.

Yo participo en esta ocasión con un para de relatos: Para qué sirven los paraguas y Despedida. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Envuelto de otoño






Demasiado otoño...


viernes, 30 de noviembre de 2012

Día de las librerías



Librería Shakespeare & Co, París


Los secretos de los libros


Aquella tarde, al salir del cole, entré en una tienda muy especial. Estaba llena de libros por todas partes. Las estanterías llegaban hasta el techo, había montones de libros en mesas, apilados, por aquí y por allá. Me sentí muy pequeñito al entrar allí, y casi estuve a punto de marcharme, pero mamá me llevó hasta unos libros con portadas de dibujos maravillosos. Oí que los libros me llamaban: ven, ven a vernos, por favor...
Me acerqué a ellos con sus alegres portadas de colores. Y pasando sus páginas descubrí un divertido mundo de animales y simpáticos monigotes. Me reía a carcajadas y mi risa despertó a un viejo que dormitaba en un rincón. Se quedó mirándome encantado. Yo me acerqué a otros libros sin dibujos, pero mi rostro perdió la sonrisa porque no los podía entender.
El anciano se acercó a mí y me preguntó:
—¿Quieres que te enseñe el secreto de los libros?
—¿Los libros tienen secretos? —le pregunté yo a mi vez a ese señor que se parecía a mi abuelo.
—Sí, cada libro guarda un secreto y tú puedes descubrirlo al abrir sus páginas.
Tomó un libro muy gordo que me asustó, porque no tenía apenas dibujos y la letra era muy pequeña.
—Pero yo no sé leer —repliqué.
—No importa, ven —contestó dándome la mano—, yo te ayudaré.
Me sentó en sus rodillas, me enseñó la portada del libro y comenzó:
—El primer secreto de un libro es el título: mira, este se llama El armario de los sueños, ¿qué te parece?
—Pienso en un armario mágico en el que si entras, consigues tus sueños.
—Muy bien, chiquillo, pues este libro es ese armario y cuando lo abras y entres en él, descubrirás los sueños de un niño como tú.
Abrió el libro por el centro, y continuó:
—El segundo secreto de un libro es su olor. Cierra los ojos y lo descubrirás.
Yo cerré los ojos y aspiré con mi naricilla respingona y me llegó un olor dulce, extraño, pero delicioso y penetrante, no quería abrir los ojos, solo quería oler.
—Hay libros —siguió el anciano— que huelen a nuevo y nos prometen futuro; hay libros que huelen a viejo y nos traen los recuerdos del pasado, nos susurran las vivencias de aquellos que los tuvieron en sus manos antes que nosotros...
Yo cogí sus manos y supe que habían abierto muchos, muchos libros. Sus manos olían a libros nuevos y  a libros viejos, y deseaban abrir muchos más.
—El tercer secreto de los libros son las palabras: ellas nos cuentan historias que vivimos en nuestro corazón.
—Pero ya te he dicho que no sé leer palabras —protesté otra vez, con impaciencia.
—Dentro de poco tiempo aprenderás en el colegio, pero mientras tanto, coge un libro, acércate a una persona mayor y le pides con tu vocecita más tierna: por favor, leémelo... Nadie se puede resistir a un niño que nos pide que le contemos un cuento.
Escuché las palabras del libro en la profunda voz del abuelo:
—“Érase una vez un niño que se escondió en un armario. Era un armario muy grande y muy alto, lleno de trajes de señor” —, el abuelo apartó al mirada del libro y me dijo mirándome a los ojos: —El cuarto secreto de un libro son los sentimientos. Las palabras de los libros nos llegan al corazón con sus manos delicadas —. Y siguió leyendo:  —“El niño estaba muy asustado, se había escondido en ese armario para escapar de un hombre que quería matarlo”.
Yo sentí el miedo del niño, y temblé, sentí la felicidad cuando cayó por el fondo del armario y se encontró con el mundo de los sueños... 
—El quinto secreto de un libro son los dibujos, esos completan esta obra de arte, le dan una segunda vida.
El abuelo me enseñó una lámina donde pude ver los ojos negros del niño, el mundo tras el armario, el color de sus sueños.
—El sexto secreto de un libro es la aventura —me confió el abuelo, y conforme siguió pasando las páginas de aquel libro yo vi al niño que volaba en un dragón, vi al niño volar sin alas, lo vi luchar contra malvados monstruos...
—El séptimo secreto de un libro es este: —y al terminar el cuento me enseñó unas letras grandes en la última página: FIN—. El fin lo cierra, lo completa, el fin te invita además a seguir soñando.
Y descubrí a aquel niño que salía del armario dispuesto a enfrentarse con valentía a ese hombre que lo había asustado tanto al principio de la historia. Seguí soñando con ese mundo que encontré dentro del armario durante un buen rato y luego sentí hambre de más aventuras y le dije al abuelo:
—Pero yo no quiero que esta historia termine...
—Tranquilo, nunca termina, porque se queda en tu interior, y un libro siempre lo puedes abrir otra vez por el principio y comenzar de nuevo. Y además aquí —y su mano recorrió los estantes de la librería— te están esperando otros muchos libros que sentir y vivir.
Me levanté de las rodillas del abuelo y le di un beso en la mejilla:
—Gracias por enseñarme los secretos de los libros.
Después vi a mi madre, que estaba ojeando otros libros en un mostrador. Me acerqué con un libro rojo que me había gustado mucho y le dije:
—¿Me lo lees?
Mamá sonrió y me dijo:
—Claro, cielo.
Se dirigió al anciano de la librería y añadiendo otro libro para ella del montón que había estado ojeando le dijo:
—Nos llevamos estos dos, por favor.
—El octavo secreto de los libros es este —me dijo el anciano guiñándome un ojos al entregarme el paquete—: Un libro siempre te lleva a leer otro libro…

Desde aquella tarde he visitado esa librería muy a menudo para buscar sueños, para seguir desentrañando los secretos de los libros. Y aunque ahora ese viejo librero ya no está allí, los libros siempre me están esperando. Para que los abra, para que los huela, para que los lea. Y otros jóvenes libreros, pero con el mismo brillo en la mirada que aquel anciano, me enseñan nuevos libros, me abren nuevos sueños, me tienden una mano para seguir descubriendo el mundo. 


* * *

Hoy es el día de las librerías. He pasado muchos buenos ratos en esos espacios llenos de libros, ojeando y hojeando sus páginas, imaginando qué hay detrás de sus títulos sugerentes, relamiéndome con sus deliciosas portadas, disfrutando de sus ilustraciones, leyendo fragmentos de historias maravillosas... Hoy no te olvides de visitar una librería, esa que está cerca de tu casa, en tu barrio, y celebra con tu librero que aún existen los libros para seguir soñando.

Librería Lello & Irmao, Oporto.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Mentiras


—No me vengas con historias —me dice mi mujer cuando le digo que hoy tengo que quedarme a trabajar hasta tarde.
A veces pienso que lo sabe, que sospecha, que me va a montar un número. Pero solo calla y me cuelga el teléfono, con rabia contenida.
—Cuéntame una historia —me susurras en la penumbra de tu lecho.
Y yo recuesto mi cabeza en tu vientre y, entre fantasías, olvido todas las mentiras que hacen posible que pueda estar contigo. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Cienmanos, el libro






¡¡¡Hoy tenemos un notición!!!!
La micronovela (¿o meganovela?) Cienmanos, que se convirtió en El vals del tiempo, ya tiene libro que os podéis descargar. Pincha en la foto para ir al libro.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

Día universal del niño


Un paseo por las escuelas del mundo


Oscar empezó un cuaderno de tapas azules en el colegio.



En Irlanda, la lluvia golpeaba la ventana.
Jack salió a la pizarra, y dibujó



Los niños de una aldea masai se sentaban bajo la sombra de una acacia. Su maestra les contaba un cuento. Gunka pintó en la arena con el dedo, una casa de ramas y barro.








En el altiplano, el maestro le preguntó a la niña nueva de la clase: ¿Cómo te llamas?
María, dijo ella. Se sentó en el pupitre de madera y el maestro le enseñó a escribir su nombre: 


En la madrasa, por la ventana se veía la arena del desierto. El maestro hablaba de la familia. Salma dibujó un papá, una mamá y un niño que tenía en la mano un corazón.

Ming llegó a la escuela en una silla de ruedas. El maestro abrió la puerta y empujó su silla hasta su sitio en la clase. Ming dibujó una silla de ruedas con un niño feliz.
  
Sanub llevaba una pila de ladrillos en sus manos. Su madre fue a buscarle y lo llevó a la escuela. La maestra le sonrió al verlo llegar. Sanub dibujó en un papel a su maestra.

Los mayores deben recordar que también tenemos derecho a jugar, dijo Salma.
Una campana sonó alegremente para anunciar la hora del recreo.

Oscar pasó la pelota a sus amigos.

Jack arrojó a la tierra las canicas de colores

Gunka acunaba una muñeca hecha de trapos y paja.

María saltaba a la comba con los otros niños.

Salma encorría a sus amigos en el patio.

Ming hacía una pajarita de papel que volaba hacia el cielo.

Sanub jugaba con un palo y una chapa al jockey.

Todos los niños unieron sus manos para jugar al corro, cantando. Rodearon la tierra entera.

El mundo era un gran patio de recreo donde las risas de los niños nos llenaban de esperanza.







* * *


Ayer fue el día universal del niño. No me dio tiempo de poneros este pequeño homenaje a todos los niños del mundo, llega hoy con retraso. 

El 20 de noviembre de 1959 se proclamó en la ONU la Declaración de los Derechos del Niño. Posteriormente, en 1989, se firmó la Convención de Derechos del niño, que desarrollaba el contenido de los diez principios de esa declaración. Por ese motivo el 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño.

Pincha aquí y recordarás los diez principios de la Declaración Universal de los Derechos del Niño.

Todos los países del mundo firmaron la convención, excepto Somalia y EEUU... El gobierno del presidente George Bush se opuso a ratificar la Convención porque "crean conflicto con las políticas de Estados Unidos en el rol de los padres, soberanía, estado y leyes locales". Y yo me pregunto: ¿qué extraño rol tienen los padres norteamericanos que no pueden firmar esto?

Por un mundo en que todos los niños puedan tener una casa, una educación, amor, juegos, sanidad, cuidados adecuados, no puedan ser explotados... Me gusta sobre todo una frase del preámbulo de la declaración de derechos:

"Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle..."


Me hubiera gustado poneros más dibujos de niños pero no ha sido posible.

Buenas noches y todo mi amor para los niños.




lunes, 19 de noviembre de 2012

Una de ranas

Se me olvido contaros, que hacia principios de mes estuve chapoteando por la charca de la ranita Puck.

Pinchar en la foto para saltar allí como las ranas:



Está la charca a tope de ranas. ¡Croack, croack!

domingo, 18 de noviembre de 2012

Romeu y compañía





Gracias a Maruja Torres por ese artículo en el semanal del país sobre el genial Romeu, porque curiosamente hace unos días recordaba cuando el país Semanal traía una página dedicada a los humoristas, me acordaba de Romeu y de Quino y de Maitena y de tantos otros. Yo crecí con la liga de los sin bata y deseando beber agua de regaliz. Echo de menos a estos artistas del dibujo, del humor, de la crítica llena de ironía sobre la actualidad. Me gustaría que volvieran a sus páginas como antes. También se echa de menos ese suplemento infantil, el Pequeño País, que nos regalaba comics todos los domingos en el periódico (infantil, pero que los mayores leíamos con fruición, porque había mucho humor adulto en ellos: Calvin y Hobbes, Zits, Kid Paddle...). Recuerdo que cuando llegaba los domingos a casa con el periódico, los niños salían a robarme esas páginas de las manos y las saboreábamos juntos con el desayuno familiar; un desayuno entre tostadas y risas, placentero y lleno de humor. Se acabó también ese suplemento cuando llegó la crisis, la dirección del periódico consideró por motivos económicos que no podía soportar su coste. Y sin embargo, es precisamente en estos tiempos grises cuando los lectores más necesitamos ese tipo de lecturas que nos abran los ojos a la realidad, pero con una sonrisa irónica que nos ayude a soportar y rebelarnos contra esta crisis que quiere arrebatarnos todo lo que habíamos conseguido. Seguiremos perteneciendo a la liga de los sin bata, en pie contra esa vuelta a un país en blanco y negro del que tanto nos costó salir.

* * * 

Carta para el suplemento dominical El país semanal.

La carta se publicó en el El país semanal del día 2 de diciembre, aunque la caparon un poco, vaya usted a saber por qué... 





Reestreno

Es domingo, pasan ya de la medianoche, así que Fernando, Ana y yo nos vestimos de largo otra vez para volver a ver el vídeo de  La rosa roja. ¿Que dónde está Juanlu? Es es el sol más brillante de mi vestido...
¿A que estamos guapos?

¿Nos acompañas? Pincha en el dibujo para ver el vídeo.




sábado, 17 de noviembre de 2012

Vida de perras


Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto. La perrita estira las orejas, se vuelve y corre hacia sus zapatos de tacón. Tacones de aguja, que bailan despendolados. Ese equilibrio imposible, ese andar pisando huevos. La perrita camina a su vera como de puntillas, con elegancia natural. Regresan a casa, en el espejo del ascensor contempla su rostro pintarrajeado. A sus pies, la perrita está tan mona con un simple lacito en el pelo. La perrita se acomoda en su cojín; ella suspira ante la tentación del sofá frente al televisor. Pero la calle le espera, junto a otras perras que malviven del oficio más antiguo del mundo. 

* * *
Mi ultima participación en Rec. El mío también era de perros... Como tantos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

La rosa roja, en vídeo


Hoy os presento el estreno del corto de Fernando Vicente sobre mi relato La rosa roja, con la colaboración de otros dos amigos, Ana Vidal y Juan Luis López Anaya (Juanlu).






Cuando escribí este relato, pensé que quedaría bien hacer un vídeo. Pero me faltaban materiales y arte cinematográfico; entonces me dije, esto lo haría bien Fernando, que es el genio de los vídeos... Así que le propuse si quería hacerlo y aquí lo tenéis. Me dieron una sorpresa, porque yo no tenía ni idea de que Juanlu y Ana participaban también en el asunto y la verdad es que cuando lo recibí el martes pasado, quedé encantada con el resultado. Bueno, que me emocioné y todo.
El cineasta me tuvo en ascuas sin contarme nada, salvo algo de la banda sonora; me asustó con eso de que se iba a tomar algunas licencias como en toda adaptación cinematográfica, para que pensara "a ver qué demonios sale de todo esto", pero la película ha superado todas mis expectativas. Es completamente fiel al relato pero con ese toque personal de Depropio, los dibujos narran la historia de Martina con el sello  sinuoso de Juanlu, la voz de Ana nos cuenta la historia con una dulzura que nos envuelve, y Fernando la mata de un soberbio plumazo (o rosazo, en este caso).

¡Gracias a los tres artistas!

miércoles, 14 de noviembre de 2012

14-N, HUELGA GENERAL



ESTE BLOG ESTÁ DE HUELGA. 


Ilustración de Juanlu

domingo, 11 de noviembre de 2012

jueves, 8 de noviembre de 2012

Cambio de sábanas



La cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora. Ahora, al verlo ahí dentro, piensa que era bien sencillo: primero al cesto de la ropa sucia, luego a la lavadora. Tan fácil como cambiar de sábanas. Solo le falta poner en su cama al hombre nuevo y limpio que está esperando en el armario.

* * *
Esta fue la primera versión para el concurso casa de muñecas de Páginas de espuma. Los relatos tenían que comenzar con la frase: La cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora... Debían tener solo 200 caracteres, así que la versión final que envié al concurso, comiéndome el punto final para quedarme justo en 200, fue la siguiente :

La cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora. Primero al cesto de la ropa sucia, luego a la lavadora. Tan fácil como cambiar de sábanas. Solo falta poner en su cama al hombre nuevo y limpio que está esperando en el armario.

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Esta claro que las brevedades tan breves no me van... Me gusta más el primero. Y también me gusta más este otro Centrifugado que ya os avancé aquí, que era más largo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Esperando en la oscuridad


Estoy a oscuras, completamente a oscuras. Es una oscuridad negra y espesa, la siento rodeándome, puedo hasta palparla: blanda, viscosa, fría, y ella se vuelve hacia mí, me envuelve y me siento abrazado por un muerto. Otras veces, la oscuridad extiende sus brazos y me oprime la garganta, pretende estrangularme. Me libro de sus manos y ruedo hasta un rincón. Pero vaya a donde vaya, ella está siempre sobre mí, no me abandona nunca. Además, ya se me terminó la comida y tengo mucha hambre. Lo único que puedo comer es oscuridad. Pero la oscuridad solo alimenta el miedo; es cierto, cuanta más oscuridad devoran mis ojos, mayor es mi miedo. Miedo a que ellos vengan en silencio, y yo no pueda verlos y me atrapen, y me maten sin ni siquiera darme tiempo a soltar un grito. Llegarán de repente, envueltos en la negrura, su mejor aliado es esta oscuridad traidora que me rodea. Qué fácil sería matarla, bastaría con encender la luz, pero si lo hago, ellos me encontrarán. Por eso continúo luchando con puños y dientes contra ella, pero es invencible, siempre renace de sus propias sombras, más negra que antes.                                                                       

jueves, 1 de noviembre de 2012

El señor Huesitos nos visita





Mr. Huesitos ha venido a visitarnos a los postres. Lo que no sabe es que nos lo vamos a comer...
Poco a poco...
Y el pobre sigue con esa sonrisa...

Caraplato - panellet






Los panellets me miraban suplicantes... 
Me llamaban con su boca de fresa...
No me pude resistir...
Y me los comí.

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Hacía mucho tiempo que no traía caraplatos por aquí. Los platos de los hoteles, blancos y lisos son más adecuados para hacerlos. En casa no tengo ni un solo plato sin dibujo, así que este casi parece que lleve gorro de ¿esquimal?

La rosa roja


La rosa roja

Un capullo de rosa rojo dentro de un vaso. El conde empuña la rosa entre sus dedos. Una de sus espinas se hinca en su dedo índice, una gota de sangre cae sobre el papel.
La sangre de su dedo resbala lentamente por el tallo, convirtiendo la rosa en una pluma estilográfica. Escribe muy despacio:
Martina,
Martina baila en su fiesta de paso de ecuador. En esa mansión del siglo XIX reconvertida en discoteca, se transforma en la princesa que deseaba ser cuando era niña.
tú fuiste
Hace un calor sofocante en la pista de baile y Martina sale a la terraza para refrescarse. Un joven que no conoce se acerca a ella y la mira intensamente a los ojos.
mi amor,
El joven arranca un capullo del rosal que trepa hasta la balconada y, sin palabras, se la ofrece. Los labios del joven son tan rojos como la rosa.
por eso
Martina siente un deseo irrefrenable de besar esos labios. Entreabre los suyos y cierra los ojos. El joven la besa.
pronto
Martina siente las espinas de la rosa mordiendo su pecho como colmillos.
mo
Es consciente de que ese beso se le está llevando la vida, pero el deseo le impide despegarse de esos labios.
ri
Martina siente cómo la sangre abandona su cuerpo.
rás
Se desploma en el suelo.
*

El conde contempla la rosa, ahora abierta en todo su esplendor, y la arroja a la terraza. Pisa la rosa. La flor vomita un charco de sangre que se extiende bajo sus pies.

La policía encuentra la rosa bañada en sangre y las huellas de unos zapatos, rojas, que escapan peldaños abajo. En la pista de baile suena, ni siquiera el DJ sabe por qué, la Danza Macabra, de Saint-Saens.



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¡Feliz Halloween a todos! Empieza el fin de semana de la noche de los muertos, las ánimas, las brujas y los cuentos de terror...

Mañana otro relato en negro...

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No me gustaba la música que había elegido para la última frase del micro (era "Tristeza de amor" de Chopin), quería algo más macabro, pero esa fue la primera melodía romántica que se me ocurrió en su momento. Ahora, gracias a la sugerencia de Fernando Vicente, la música que suena al final del relato es "Danza Macabra" de Saint-Saens. Realmente es muy acertada, tanto por el título como por la cadencia romántica y delicadamente macabra de la música.


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Si quieres ver y escuchar el vídeo de este relato, pincha aquí

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miércoles, 31 de octubre de 2012

Curvas





Ilustración de Juanlu

Recorro con mis caricias las líneas ondulantes de tu cuerpo, la suavidad y tibieza de tus senos, hasta atrapar el paraíso de tu boca donde perderme, donde silenciar esos gemidos que me vuelven loco, donde absorbo todo el aire para crear un vacío que me desborda por dentro...


sábado, 27 de octubre de 2012

Las musas de la basura


Llevaba a los niños al colegio. Algunos días hacía la cola del paro. Enviaba curriculums, si lo llamaban, acudía a alguna entrevista. Comía en la parroquia. Cuando cerraba el supermercado, dejaba a los niños viendo los dibujos y estaba el primero en los contenedores de basura. Fruta pocha, yogures caducados... Una noche encontró un spray de pintura negra. Siempre había querido pintar. Lo dirigió  a la pared inmaculada del supermercado, donde caían las sombras de los contenedores. Aquel fue su primer grafiti, luego llegó el resto de la serie, siempre con el mismo tema: contenedores y rebuscadores. Ese paisaje que conocía tan bien.

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Relato para el Fanzine Ruido propuesto por Ana Vidal. El tema era "Arte y austeridad", ¿puede una crisis provocar nuevos movimientos artísticos?



viernes, 19 de octubre de 2012

Olor a lluvia




Salgo de casa antes de amanecer para ir a trabajar. En la oscuridad de la noche, el olor de la lluvia, la calle mojada, el aroma intenso de los cipreses. Los pulmones se emborrachan con el aire fresco. Rezagado, apuro la última copa de ciprés antes de entrar. Pero sé que no será suficiente para pasar ebrio el resto del día en la oficina.

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Podría titularlo también La copa del ciprés es alargada, parafraseando al maestro Miguel Delibes.

¿Quieres comprar mis libros?





Algunos de vosotros os preguntáis dónde comprar mis libros. En principio, los últimos libros de editorial Bambú (grupo Casals) podéis encargarlos en cualquier librería. En Zaragoza, en la librería París (Paseo Fernando El Católico, 24 dpdo) los tenéis todos disponibles.

Si en alguna librería os ponen pegas, siempre os queda internet, os dejo también el enlace de la tienda online de librería París:


Lamentablemente los libros de las brujas (La bruja de chocolate, La bruja enamodiada) están descatalogados, por lo que no será posible adquirirlos. Yo aún tengo algunos ejemplares de La bruja de chocolate, si alguien desea comprarlo, puede ponerse en contacto conmigo.



domingo, 14 de octubre de 2012

Pidiendo

Ilustración de Juanlu



Ya sé que es mucho pedir: no quiero vuestra misericordia, sino vuestra vergüenza.


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Una pequeña colaboración a la propuesta que lanzó Juanlu en esta entrada. Es que a veces nos pone deberes, como dicen algunos por ahí. Debe ser deformación profesional, que por algo es profe... Pero da gusto ponerse a hacer sus deberes, porque salen solos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Tardes de paseo




Algunas tardes salgo a pasear hacia la puesta de sol. Los coches son una jauría hambrienta; yo camino contra corriente, hacia el cielo infinito con los colores del ocaso.

Al regresar, camino hacia la luna.


martes, 9 de octubre de 2012

Centrifugado


Imagen de la red


La cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora. Pero sabe que eso no será suficiente, cuando el lavado termine y de su boca salgan pompas de jabón, seguirá sin oler a limpio. Es lo que ocurre con los muertos, no hay quien elimine su rastro de nuestro olfato, de nuestros ojos, de nuestras manos que acarician las sábanas vacías. Porque él ya no está en esa cama, pero las sábanas siguen teniendo su olor. La cabeza del hombre que amó le mira desde la lavadora con ojos que giran desbocados preguntándole por qué. En el centrifugado, la cabeza desaparece, se vuelve un borrón difuso. Pero en cuanto se detiene, vuelve a rodar por el tambor mirándola. A veces le gustaría centrifugar su propia cabeza para olvidarlo, para no verlo, para no olerlo más.

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Este es el relato que no presenté al concurso de páginas de espuma, con motivo de la publicación del libro "Casa de muñecas" de Patricia Esteban Erlés. La frase de comienzo era "La cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora" y aunque este relato me gusta más que el que envié, no entra en los límites (demasiado estrechos, nunca me gustó apretarme el cinturón) de 200 caracteres..
Dentro de unos días pondré por aquí el micro que envié al concurso.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Puesta de sol





Las más hermosas puestas de sol las he visto en el coche, de regreso a casa de las vacaciones. En el silencio del interior del vehículo, admiro la grandeza de los desiertos tragados por las sombras y el abanico de colores en el rectángulo de la ventanilla. Hay una soledad tan grande que acongoja y al mismo tiempo una paz tan intensa que nos llena el alma de una feliz melancolía. Termina el día y nos espera uno nuevo por delante. Un día para estrenar, tras las sombras de la noche.