domingo, 30 de junio de 2013

Cuando maduran las cerezas




Cada primavera, el valle del Jerte aparecía cubierto de copos de algodón, etéreos y suaves. Mamá solía decirme que pronto se convertirían en algodón de feria y sus pelotitas redondas explotarían en mi boca derramando su jugo fresco y dulce. Ambos esperábamos junio y sus picotas con ganas, eran la única fruta que me comía sin rechistar. Su único defecto: que las chicas nos bombardeaban con sus huesos. Por entonces, ellas solo eran para nosotros un bicho molesto: sus lazos en las coletas no te dejaban  ver la pizarra y en la iglesia debía cederles el sitio a sus vestiditos de volantes. Adela era distinta; siempre con pantalones, corría por los campos y trepaba a los cerezos como cualquiera de nosotros. No por ello le hacía más caso: la llamábamos chicazo y ella nos sacaba una lengua burlona entre sus pecas. Pero aquel junio, descubrí sus torneados muslos asomando de su pantalón corto, y de la visión se me atragantó una cereza. Ella descendió del árbol a auxiliarme con un buen trancazo en la espalda. Sus pecas fueron los polvos mágicos, la cereza de sus labios hizo el resto. Desde entonces sus besos fueron mi fruta preferida, además de las picotas. 

* * *

Con este relato participé en el concurso de microcuentos Picota del Jerte. En este enlace podéis ver a los ganadores:

miércoles, 26 de junio de 2013

En el mar de las Olas, participación en el Vendaval 2013



Dibujo de mi hijo Pedro


Una mano amiga le empuja fuera de la nave: ha llegado el momento. Posa su bota en la arena. Recuerda emocionado las famosas palabras: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”. Aunque no es el primero, para él es su primera vez y se siente desbordado. El polvo lunar acaricia sus botas blancas. Con la radio desconectada, el silencio le sobrecoge. Da otro paso y queda suspendido en el aire, se impulsa de nuevo en la superficie y dibuja una cabriola. Mariposea sobre la superficie lunar.
Alucinado, divisa a lo lejos un mar. Pero no el Mar de la Tranquilidad, sino un auténtico mar acuoso. Se acerca a la orilla. Jamás había visto olas tan enormes.
De repente, una extraña criatura de un solo ojo emerge de las aguas, horror biológico desmesurado. Afortunadamente, lleva el arpón estelar. Se lo lanza con puntería certera al ojo. Le nace otro globo ocular a los tres segundos.
En plena lucha, una voz grita que es la hora de comer.
Entre protestas, la manita conocida lo sumerge para limpiarlo de arena y lo guarda en la bolsa de playa.

La marea borrará las huellas del decimotercer hombre que pisó la luna.


* * *

Este fue mi soplo en el Vendaval de Microrrelatos 2013, podéis leerlo allí aquí y leed también todos los soplos que revolucionaron la tarde del domingo pasado (en Zaragoza fue más que un vendaval, ha seguido soplando hasta hoy, que parece que ya se ha calmado).


martes, 25 de junio de 2013

Encuentros en colegios de Tarragona



El mes pasado, el jueves 30 de mayo, estuve en un par de colegios de la provincia de Tarragona, con la editorial Casals. El viaje a Tarragona transcurre ahora desde Zaragoza en un suspiro, casi ni te enteras. Y se llega a la estación de Camps que está como su propio nombre dice, en mitad del campo, entre pinares. Como otras veces, vino a recogerme a la estación Consuelo, comercial de Bambú, siempre tan simpática y agradable, con esa sonrisa que te hace sentir a gusto siempre.

Primero visitamos el colegio Sant Sebastiá, de Els Pallaresos. Allí me reuní con los alumnos de cuarto de primaria, que habían leído Dragón busca princesa. Estaban esperando ansiosos mi llegada, les había gustado mucho el libro. Es impresionante la cantidad de preguntas que pueden hacerte los niños, su gran curiosidad por conocer tus fuentes de inspiración, cómo escribes, las partes que más te gustan del libro, tus personajes favoritos, de donde salen los nombres de los personajes, si a mis hijos les gustan los libros (los míos y los de otros). Y ese ver y escuchar que para ellos, como para Waldo, el dragón, el viaje por los libros es también una aventura que merece la pena disfrutar. He conocido a un niño que está escribiendo una historia de ciencia ficción, a una niña que se siente protagonista de los libros que lee, a niños felices de poder leer…

Me encontré en este cole muy querida y mimada, además la directora y el jefe de estudios son de Aragón, de la parte de Tamarite de Litera y de Monzón. También había un niño en la clase que su madre es de Zaragoza y que viene de vez en cuando por aquí a ver a la familia.
Me sentí muy a gusto con las profesoras Pilar y Cristina, que hicieron posible este encuentro.
Como podéis ver en la foto, tenían en clase un maravilloso dragón, que me estaba esperando:



Y al final trajeron dos enormes sorpresas: una carpeta con dibujos dedicados por ellos sobre el dragón Waldo. Me llevé princesas valientes, dragones que echan fuego, caballeros, dragones Waldos que saltan a meterse en un libro, ideas para escribir otros cuentos…  Me gustaría poder poner aquí todos los dibujos pero son un montón, aquí solo os dejo unas muestras, dibujos elegidos al azar:


En estos dibujos tenéis a todos los personajes del cuento:







Y la segunda fue una sorpresa bomba: ¡una bandeja con galletas con forma de coronas y zapatitos de tacón! Para mis princesas. Las hizo una niña de la clase, Judit, una artista cocinera. 




Por si tenía hambre en el tren, para que fuera picando. Me hizo mucha ilusión, no me lo esperaba. Ya veis qué bonitas son y qué pinta más apetitosa tienen, bueno, tenían. Porque daba pena comérselas, pero… en cuanto llegué a casa mis hijos, mi marido y yo caímos en esta dulce tentación. ¡Estaban deliciosas! ¡Gracias, Judit!
  
Después, cogimos el coche hasta El Arboc, para ir al colegio Camp Joliu,  a la sección de La Vinya. Allí me esperaban las niñas de las clases de primer ciclo de primaria, que habían leído Monstruo, ¿vas a comerme? Hemos disfrutado del sabor de los cuentos que come el monstruo:

Si habla de princesas,
el cuento sabe a fresas,
si es de un hada,
a rica mermelada,
y si sale un dragón,
entonces sabe a limón.

Y luego nos hemos comido la poesía de la princesa obesa.

Aquí también me esperaban con un montón de preguntas, sobre el monstruo, que por qué se comía los cuentos, por qué las palabras flotaban, querían saber los nombres de los personajes del cuento…

Y aquí tuve otras dos sorpresas:
Una poesía que habían escrito entre todas las niñas de la clase, que me llegó al corazón, la leyó una niña, vais a ver que cosa más preciosa: (pinchad para ampliar y leer la poesía)




Y el otro regalo fueron montones de monstruos y otros dibujos de hadas, brujas, princesas…

No me digáis que un día así no es para sentirse millonaria en sonrisas…









lunes, 24 de junio de 2013

JUNIO 2013



De mi álbum de fotos


El fuego dibuja diablos en la noche de San Juan. Danzan para atrapar tus deseos y hacerlos realidad.

viernes, 21 de junio de 2013

Vendaval de Microrrelatos 2013





Ya ha llegado el solsticio de verano, aunque en nuestro país no lo parezca, ¡brrr! Como todos los años para estas fechas, celebramos el Vendaval de Microrrelatos

Esta es la definición del vendaval del blog que lo convoca:

Un "Vendaval de microrrelatos" es un acontecimiento internacional en el que el microrrelato es el protagonista. Durante dos horas, en la fecha elegida, este blog se transforma en un vórtice virtual que se alimenta de "soplos": pequeñas historias que vosotros enviáis en ese plazo. Una vez finalizado, el torbellino se disipa y queda flotando en la blogosfera, hasta la siguiente convocatoria. 

El domingo 23 de junio, de las 17:00 a las 19:00 (hora española) puedes participar en el vendaval. Pincha en la imagen para saber más. 

No lo olvides.
¡Envía tu soplo al vendaval!

domingo, 16 de junio de 2013

Cuenta atrás




Mis dibus

Mutilados

La sirena cautiva vomita pulpos de siete patas en la taza del váter, el capitán amaestra una mariquita de seis puntos, el grumete boquiabierto se traga una mosca de cinco patas, la estrella de mar camina con muletas sobre sus cuatro puntas hacia el vacío de su estómago, un gato de tres pies pedalea sobre el castillo de proa en un triciclo de dos ruedas, mientras el timonel corre tras su ojo de cristal, que rueda sin freno por la cubierta.
El lector se pregunta por qué el unicornio llora desconsolado en la sentina por ese cuerno que le ha robado la luna.

* * *

Esta es mi última participación al ReC, lo envié con el título "Mutilados", pero luego decidí cambiarlo por Cuenta atrás y ahora me habéis convencido y lo renombro como Mutilados.



sábado, 15 de junio de 2013

Invisible

Mis dibus

Me despierto atrapada en uno de esos laberintos de cristal que tanto me angustiaban de niña. Los tabiques transparentes me aíslan del mundo. Oigo las voces, las conversaciones de la gente, pero aunque grite, ellos no me escuchan, y tampoco parecen verme, sus miradas me traspasan, como al cristal. A cada paso me topo con una pared transparente desde la que contemplo con envidia como fuera charlan, se abrazan, ríen. Cuanto más avanzo, más me encierro. Aquí, donde nadie desea entrar y de donde yo no puedo salir.

Sé que el secreto para escapar estriba en la conversación, pero la palabra me huye y el aislamiento me atrapa. Un vacío envolvente en cada esquina, una soledad que se traga mi voz me devora entera. Recorro los pasadizos, largos, cortos, que se cruzan y se descruzan, intrincándome cada vez más en mi laberinto. A pesar de ello, mantengo una esperanza, carcomida por la ansiedad, de poder salir. Exhausta, me detengo. Me enfrento al cristal, mi enemigo. Aspiro el aire enrarecido del laberinto y lo expulso gritando: ¡c-r-a-s-h! La onda expansiva derrumba uno a uno los cristales; pisoteando los añicos, cris, cras, cris, cras, corro en pos de esos que ahora me dan la espalda.

martes, 11 de junio de 2013

Vida robada, en esta noche te cuento


Ilustración de Sotirios Moutsanas

Este mes el tema alrededor de la chimenea de Esta noche te cuento es En el espejo... 
Podéis leer aquí mi relato Vida robada.

lunes, 10 de junio de 2013

Arena entre los dedos, en Soles en el ocaso


Ilustración de Chío Padilla

Nuestra gran Ana Vidal nos dedicó su tiempo robado entre piscinas y chapoteos para leer en el programa de radio Soles en el ocaso, nuestros micros sobre precisamente ese tiempo que se estira y se encoge, que da vueltas y que siempre se nos escapa. Podéis escuchar aquídesde el minuto 8:14, mi micro "Arena entre los dedos" en compañía de los de Nicolás Jarque AlegreRosa Martinez, José Luis (Arte Pun)Rubén Rojas, Marina de la Fuente y Luisa Hurtado.

Aunque lo transcribo aquí debajo, no dejéis de oírlo con la voz de Ana, merece la pena.

La ilustración es con la que Chío Padilla participó en Cienmanos, porque me ha parecido que le venía como anillo al dedo. ¡Gracias Chío! 


* * *

Arena entre los dedos

Al principio, jugué con horas interminables y veranos eternos en los que siempre me bañaba en el mismo río. Sin embargo, mientras yo iba creciendo, los años, se encogían como jerseys de lana metidos en agua caliente. Llegó un momento en que corría tras las horas como si fueran minutos, los minutos me atropellaban como segundos, y los segundos eran un chispazo fugaz e inaprensible. La semana se me aparecía larga e infinita el lunes, y sin enterarme ya había llegado el sábado y el domingo me mostraba su malvada sonrisa de ocaso. Aceleraba el ritmo para hacer todo lo que era imposible hacer en un día y al fin de semana le faltaban siempre tres sábados. Los días se ponían en fila india, todos iguales y se precipitaban de cabeza en una piscina donde la vida se disolvía y solo sabía a sudor rancio. Cuando llegué al final de aquella carrera, creí que todo se ralentizaría, pero ni siquiera el tedio de mi inmovilidad conseguía parar ese río que me arrastraba, lentamente y a la vez con una corriente tan vertiginosa.
Hoy no sé si fue ayer o mañana cuando pensé que moriría joven, antes de que el tiempo pasara por encima de mi cadáver.





Feria del libro de Zaragoza, 2013




Este domingo ha terminado la feria del libro de Zaragoza. Esta mañana hemos dado una vuelta por allí para disfrutar, como todos los años de los libros, y estos son los que han venido a casa:

* Mitos y leyendas de Japón, de F. Handland Davis
* El tren nocturno de la Vía Láctea, de Miyazawa Kenji
* Por las sendas de montaña, haiku de Batsuo Basho
* Cosas que deberías(o no) haber hecho de Blanca Bk y Jesús Aznar.
* Todos los besos del mundo, relatos de Félix Romeo

Los tres primeros, japoneses, el primero elegido por mi hija, muy interesante para conocer sus leyendas y los otros dos, porque me ha dado esta temporada por la literatura japonesa (ahora estoy leyendo El rumor de la montaña, de Yasunari Kawabata).
El de Blanca Bk, ya ha caído completo esta tarde, y me he reído mucho, y como veis viene acompañado de un dibujo suyo con monstruito cadavérico y una chapita (de la que ya se ha apropiado mi hija); solo me falta el autógrafo de los autores, que se me han escapado antes de que yo pasara por la caseta, pero ya los pillaré.
Y los besos de Félix Romeo, todos esos besos de mundo con los que él se despedía siempre en sus e-mails, para conocer, por fin la obra de este gran escritor que hemos perdido hace poco. También lo he empezado esta tarde, y sus Cinco camas y casi setecientos vinos, me ha dejado buen gusto en la boca, como un gran vino.

Por la tarde, he vuelto a la feria para acudir a la lectura de relatos fantásticos del ciclo Hijos de Mary Shelley, con la participación de Adrián Gualdoni (que me ha dejado impresionada con su relato), Juan Miguel Aguilera y Espido Freire. Nos han cautivado con sus tres cuentos, no leídos, sino extraordinariamente contados, sobre la soledad de los monstruos. Un magnífico encuentro con tres grandes escritores, que mantienen el interés no solo por las historias que narran sino por su habilidad al contarlas.

domingo, 9 de junio de 2013

Suicida

Foto de mi hijo Pedro

Fue el tranvía de sus sueños, el que le arrolló la vida.

domingo, 2 de junio de 2013

Mi princesa en Esta noche te cuento



Podéis leer a mi princesa en esta noche te cuento, pinchad la imagen para verla:



Presentación de Viaje imaginario al Archipiélago de las Extinta







Me llevé una gran alegría cuando Susana Camps me avisó de que venía a presentar su libro Viaje imaginario al Archipiélago de las Extinta a Zaragoza. ¡Qué bien, así podremos hablar todo lo que no pudimos en la Microquedada de Madrid!, me dije, pues allí apenas cruzamos unas palabras en el servicio de señoras.

Así que el martes, 28 de mayo, cogí el autobús para presentarme en la librería El Pequeño Teatro de los Libros y reencontrarme después de 10 días con Susana. Nos saludamos contentas con abrazos y besos y lo primero que le dije es que había elegido la librería más bonita y espaciosa de la ciudad, aquí los libros son auténticos protagonistas en este escenario de teatro. Después, la sorpresa fue encontrarme con gente que me conocía (María José, de Edelvives yArancha, profesora de Tecnología de mi hijo). Pero yo había venido aquí a hablar del libro de Susana, ¿no? Ya me estoy yendo por las ramas…

La presentación corrió a cargo de José María Marco Colás, que fue profesor de bachillerato de Susana. José María hizo una presentación muy entrañable, rebosante de cariño por su ex-alumna y amiga, pero no solo se limitó al cariño, sino que analizó minuciosamente el libro Viaje imaginario al Archipiélago de las Extinta, comentando cada una de sus partes y exponiendo sus impresiones tras la lectura de los microrrelatos que lo componen. Podéis leer su crónica aquí.








Susana nos habló de la elección del título, el libro como viaje; los micros conforman en su totalidad ese archipiélago que recorremos por el mar de sus páginas y por último, el archipiélago se denomina de las Extinta, por ese abandono de la tinta para colgarnos de estas nuevas tecnologías pantalleras, cada vez más sofisticadas. También nos comentó el gran hallazgo que había sido la fotografía de Oriol Jolonch, que luce en la portada; la encontró en su página web y le llamó la atención por lo bien que se maridaba con el contenido de su libro. Oriol se la cedió para la publicación del libro.


A continuación, José María y Susana se alternaron en la lectura de algunos de los micros del archipiélago, entre otros: Cronología de unas manos, Hermano, Días de gloria, Cómo está el servicio
Para terminar, un vinito, y firma de ejemplares, por supuesto.

Y al salir de la librería nos fuimos a picotear Susana, José María y yo a la taberna del Escabeche; escabeche y pimientos que acompañamos de unas cañitas, queso, jamoncito y una animada charla en la que se mezcló la literatura y la vida, en la que descubrí que Susana y yo tenemos muchas cosas en común, que escribió hace años una novela y que lo que le sobran son ganas de seguir escribiendo, y espero nos dé una sorpresa en ese nuevo género que compartimos en el que quiere zambullirse.   

En cuanto al libro, os animo a navegar por este mar, unas veces plácido, otras con turbulencias, aventuras, leyendas, también con su humor salado, que baña el Archipiélago de la Extinta. Yo embarqué hace unos días en uno de esos barcos de papel de la portada y solté sus amarras para saborear el placer de Hacerse a la mar, Hacerse a las letras, zambullirme en los interiores de la naturaleza humana que guardan los Mensajes hallados en una botella y solo me falta terminar el viaje con el Retorno por la ruta astral.

El título atrae sin duda la lectura de este libro y su interior no lo desmerece. Al principio, creí que este sería un libro de viajes marinos y me preguntaba cómo se podía mantener un libro de microrrelatos solo con ese tema. Pero este es un viaje mucho más variado, lleno de sentimientos; como os he dicho antes, me ha sorprendido encontrarme con el humor de Susana, que salpica escenas cotidianas (Como está el servicio) o imaginarias (Cosas de la tercera edad). Me ha gustado saborear el menú de un restaurante donde solo se sirven microrrelatos (Instrucciones para leer un microrrelato) y me he deleitado con leyendas (Página perdida del libro de Safir, La muerte dormida); he sentido la tristeza sentida de Tránsito, y un relato de medida más larga y sensual en La flor de Pensang. Y Hermano y Resiliencia previa, y Lobo de mar… Y estos no son todos mis favoritos y eso sin haber leído la última parte. Este libro va ganando en densidad humana, sobre todo en los Mensajes hallados en una botella.


Me gusta la escritura de Susana, no solo por los temas, tiene un lenguaje cuidado y muy claro, se lee con transparencia, una se deja llevar por sus palabras, y puede ver con detalle las escenas. Bueno, subid al barco y que os aproveche la travesía; no es necesario ser capitán ni saber llevar el timón —yo soy una simple grumetilla—, y tampoco os hará falta tomar Biodramina.

sábado, 1 de junio de 2013

Rompecabezas


De mi álbum de fotos


A veces la vida es un puzzle donde las piezas no encajan muy bien.