miércoles, 31 de agosto de 2011

Propuesta de micronovela colectiva


ESTE PROYECTO ESTA CERRADO PARA ESCRITORES.
  YA SE HAN APUNTADO TODOS LOS PARTICIPANTES

QUEDA TODAVÍA ABIERTO PARA ILUSTRADORES 

Intrucciones en:

http://purificacionmenaya.blogspot.com/2011/09/instrucciones-para-la-micronovela.html

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Me gustaría proponeros una obra colectiva. Hace ya tiempo que se me ocurrió, pero con el verano por medio no me pareció el momento adecuado para proponerosla, las vacaciones no son para estas cosas. Ahora que llega septiembre y todos nos ponemos buenos propositos de hacer esto o aquéllo, de empezar proyectos nuevos, es cuando la idea puede dejarse caer por aquí.

Los que participamos en la megaquedada de microrrelatistas en Madrid ya creamos un microrrelato entre todos. Bueno, esto es algo parecido. Ahora os propongo dar un paso más: escribir conjuntamente una micronovela colectiva.

Una micronovela en la que cada microcapítulo lo escribe una persona. Empieza uno con el capítulo primero, se lo pasa al siguiente, este continua con el capítulo 2 y así hasta el fin. Uno detrás de otro, entrelazando historias y personajes, siguiendo el hilo que dejó el anterior y abriendo nuevas puertas para el siguiente. Tratando de que cuando escribáis el capítulo encaje con el anterior y con el curso de la novela. Lo hacen hasta en las escuelas, los niños de primaria...

Como una novela por entregas, yo iré publicando en un blog cada uno de los capítulos. Tomo la lista de personas, asigno un nº de capítulo a cada uno, envío el último capítulo a la persona que esta encargada del siguiente capítulo, cada persona con un plazo de una semana para escribir su capítulo, me lo envía mí y yo lo publico en un blog y lo mando al siguiente.

No es fácil, pero tampoco es difícil, podemos crear un caos o un paraíso o algo que no tendrá nombre. Cada uno tiene su estilo, sus peculiares historias y sus maneras. lo que seguro que obtendremos será un monstruo de 30 cabezas y 60 patas, más otras 60 manos tecleando.

También pueden participar ilustradores, que ilustren algún capítulo de la novela, aunque esto sería posterior a la fecha de publicación del capítulo.

Esto no es una sesuda novela con un esquema predeterminado, fichas de personajes, un final más o menos claro en el horizonte. Esto es una novela que va evolucionando con cada autor y que no se sabe a donde va a ir a parar...

Esto es un viaje, nos subimos al barco en un puerto, navegamos, escribimos nuestra experiencia en el cuaderno de bitácora, nos bajamos en el siguiente puerto, y pasamos el cuadermo a alguien que seguirá registrando los avatares de nuestro barco. Nos enfrentaremos a tormentas, a monstruos marinos y procuraremos salir vivos en el intento (aunque por el camino matemos a algún personaje).

¿Os animáis?

Si alguien está interesado en la idea que me mande un e-mail y le envío unas instrucciones más concretas. Mi e-mail lo encontraréis a la derecha de este blog en el apartado contacto. Seleccionaré a los 30 primeros, creo que 30 capitulos es suficiente, porque con una frecuencia semanal el proyecto se extenderá durante más de medio año, más largo me parece excesivo.

Si hay alguien que quiere dar el pistoletazo de salida, es decir, escribir el primer capítulo, que me lo diga en el mismo correo. Lo mismo para el último capítulo, sería genial alguien experto en crear buenos finales (la papeleta del último capítulo es peliaguda y más en una novela colectiva). Si no, todo por sorteo y que el azar decida.

Dadle publicidad por ahí... Pero olvidaros de facebook que no quiero que esto se desmadre demasiado. Ponedlo en vuestros blogs, si queréis.

Los ilustradores interesados, escribidme y os envío un mail con las instrucciones.

Abrazos, besos y buen comienzo de septiembre. Este es mi mes, así que esta es una buena manera de celebrarlo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Noches de verano


Ya llegan las noches de verano, el calor, la ventana abierta. El murmullo de los coches susurrando canciones de amor al asfalto asciende hasta mi cama y en el techo se persiguen las sombras agujereadas de las persianas que asustaban mis sueños de infancia.

domingo, 28 de agosto de 2011

La noche de los murciélagos



Pincha para saber más sobre los murciélagos
 

Ayer fue la noche de los murciélagos. Salimos con los niños a dar un paseo nocturno, para enseñarles a apreciar a estos animalillos. Junto al río, los vimos pasar, con su vuelo rápido, sus aleteos nerviosos, esos repentinos cambios de rumbo que desorientarían al mejor aviador.

- Papá, papá, ¿y no chupan la sangre?

- No, hija no, estos no, son pequeños y se comen los bichitos que van volando.

Sin embargo, al volver a casa, llevábamos algo menos de sangre en nuestras venas: los murciélagos no se habían comido todos los mosquitos.



Pincha para saber más



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Moraleja:
Aprendamos a conservar los murciélagos que nos libran de mosquitos.
Acabemos con los banqueros, esos sí que nos chupan la sangre.



Y una curiosidad:

¿Por qué los murciélagos beben de los espejos?

viernes, 26 de agosto de 2011

Relatos de verano I (el principio, saboreando las vacaciones)

Una serie de minimicros de verano, para que disfrutéis de lo que nos queda... (eso a los que aún os queden vacaciones, que a mí ya solo me quedan fotos y recuerdos...)


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Septiembre parecía muyyyy lejos, tomabas algunos helados, veías un par de películas en el cine, hacías castillos de arena, cuadernos de vacaciones... y al doblar la esquina aparecía  el monstruo de la vuelta al cole para espantarte el verano.

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En la montaña, había un cielo nocturno increíble. Y yo me había dejado las gafas en casa. Pero él me dijo el nombre de todas las estrellas.

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Lo mejor del viaje era cuando mi madre exclamaba: ¡Mirad, el mar! Y todos estirábamos el cuello para ver ese triángulo azul tan deseado.

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Una toalla para dos. Resbalar en tu piel. Besos con olor a aceite de coco. Que no se acabe nunca este verano. Que no te acabes tú.

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Relatos de verano II (el fin de las vacaciones)

Jugábamos en las ruinas de Tiermes. El último día, grabaste mi nombre en un escalón de piedra, para siempre. Tu amor me convirtió en romana.

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Parece mentira que en una tarjetita digital pueda caber todo un verano.

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Exprimo hasta la última gota del bote de crema. Rebaño el plato de paella. El beso más largo de tus labios. ¿Por qué todo tiene que terminar?

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Así es el final de las vacaciones: un montón de horas en autobús para volver a casa. Ropa sucia para lavar. Y fotos para no olvidarte.

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El primer día la profe nos puso de deberes una redacción sobre las vacaciones. Yo le entregué la tarjeta de mi cámara.


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El micro de Tiermes se lo dedico a mi amiga Lidia, que me enseñó las ruinas romanas de las excavaciones cerca de su pueblo, Carrascosa de Arriba (Soria). Hace ya muuucho tiempo de eso, pero recuerdo con mucho cariño ese viaje. 

jueves, 25 de agosto de 2011

La sonrisa que viajaba en un 600

de: lola.garcia@gmail.com
para: mariano.fuentes@hotmail.com
fecha: 25 de agosto 2011 8:15
asunto: Listados CP-51

Te adjunto los listados de clientes que me pediste.
Y para que empieces bien el día, te envío también una sonrisa.

Lola

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de: mariano.fuentes@hotmail.com
para: lola.garcia@gmail.com
fecha: 25 de agosto 2011 8:17
asunto: Re: Listados CP-51

Gracias por los listados.

No he encontrado la sonrisa.
Saludos,

Mariano

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de: lola.garcia@gmail.com
para: mariano.fuentes@hotmail.com
fecha: 25 de agosto 2011 8:21
asunto: Re: Re: Listados CP-51

Jaja, se me olvidó adjuntar el archivo. Aquí va la sonrisa que te prometí.
La he montado en un 600, para que pueda seguirte allá a donde vayas.

Lola
Archivo adjunto:
600.jpg


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de: mariano.fuentes@hotmail.com
para: lola.garcia@gmail.com
fecha: 25 de agosto 2011 8:22
asunto: Re: Re: Re: Listados CP-51

¿Y si cojo un avión? La sonrisa se quedará en tierra...

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de: lola.garcia@gmail.com
para: mariano.fuentes@hotmail.com
fecha: 25 de agosto 2011 8:24
asunto: Re: Re: Re: Re: Listados CP-51

Con un 600 se llega al fin del mundo, corriendo o volando. Todo depende de la fuerza de tus sueños y de la pasión que pongas en ellos. Mi truco particular consiste en echarle ilusión como combustible. Prueba. Y si no te funciona, ven a buscar la sonrisa en persona.

Lola

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miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Dónde nacen los violines?


Foto de Suara

La niña entró llorando en mi clase. Interrumpió a Marcos, que tocaba Las cuatro estaciones. Vivaldi se lo agradeció.

- He perdido el arco de mi violín – me dijo muy apurada, entre hipidos.

- Tu madre se enfadará…

Ella movió la cabeza, arriba y abajo y lloró un poco más.

- No te preocupes. Ven conmigo

La llevé al jardín, hasta un pequeño árbol junto al seto. De él colgaban varios arcos de violín.

- Mira, dije doblando levemente una rama – éste ya está maduro.

La niña arrancó el arco de violín del árbol y me dio las gracias.

- ¿Y si hubiera perdido el violín? ¿Tienes también un árbol que dé violines? – me preguntó mirando a su alrededor.

- Hay árboles de violines, se llaman violineros, pero ahora no es temporada. Todavía están en flor.

- ¿Cómo es la flor de los violineros?

Es una flor que no se ve, pero que huele muy bien. Huele… a primavera. Y cuando suena El verano de Vivaldi, las flores pierden sus pétalos y brotan los violines que comienzan a cantar.

- ¿Y tiene que ser verano de calor?

- Puede ocurrir en invierno, solo hace falta que alguien interprete bien El verano.

Terminó el curso, pasó el verano y el otoño, pasaron años enteros. Llegó un invierno que se nos hizo demasiado largo. Todos estábamos hartos de hielo y nieve. La niña se había convertido en una joven intérprete que sentía la música desde la punta de sus dedos hasta el corazón. Una tarde especialmente fría, la joven me pidió que tocara La primavera. Toqué para ella.

Ella cerró los ojos y sintió el olor a primavera. Cuando terminé, apoyó el violín en su hombro y su cabeza sobre él y comenzó a tocar. Con los primeros compases de El verano, las paredes se llenaron de violines. Eran violines pequeñitos, pero con el susurro de las cuerdas comenzaron a hincharse. Y con aquel viento melodioso, sonaron por toda la estancia. Los pájaros cantaron y las abejas zumbaron.

Cuando terminó, se había hecho de noche. Todavía quedaba nieve afuera, en la ventana. Pero los violines del violinero habían traído el calor a nuestra clase. Aquella niña no había olvidado la lección que le dí en el jardín.

domingo, 14 de agosto de 2011

Bajo las estrellas

                                                                                 
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Viajábamos al pueblo, como todos los veranos. Con el techo panorámico del coche nuevo, los niños miraban las estrellas entusiasmados. ¡Es como ir en una nave espacial...!, exclamó el pequeño. Mi mujer permanecía en silencio. Cuando cayeron dormidos, ella me dijo: Anda, para en el área de descanso... Sin abandonar el coche, me besó bajo las estrellas, como la primera vez.

domingo, 7 de agosto de 2011

Angel de piedra





Hay ángeles de piedra que luchan eternamente por volar de nuevo. Pero un arco los mantiene bien sujetos, y no hay manera de escapar. En el intento, este ha perdido un ala y hasta un trozo de nariz. Me da pena, el pobre ángel. Alguien lo ató a un arco, como quien amarra una cabra a un poste. Le negaron el cielo para que nos recuerde a los mortales lo difícil que es llegar a él, los sufrimientos que hay que soportar para alcanzarlo. Por eso yo he creado mi propio cielo aquí mismo, en mi casa. Y los ángeles vuelan libres a mi alrededor. Tengo incluso demonios. Le ponen un poco de salsa a la vida, pero a esos tengo cuidado de mantenerlos a raya.

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La figura del capitel de la foto no es un ángel pero es la historia que me vino a la cabeza al verlo. Pertenece al arco de entrada al monasterio de Santa Cristina, en Parada de Sil (Ribera Sacra, Orense). La Ribera Sacra, sobre el río Sil, está llena de monasterios cuyos orígenes fueron unos ermitaños que escapaban del mundanal ruido (que me pregunto yo qué mundanal ruido tenían en aquellos tiempos, para tener que esconderse tanto). Luego vinieron las órdenes benedictinas, los monjes que empezaron a cultivar viñedos en las laderas de las montañas y que preparaban un vino cuya tradición llega hasta nuestros días. Un lugar que invita al descanso, al relax, a degustar una buena copa de vino dejando pasar el tiempo y contemplando la naturaleza. Aquí debajo está el arco completo del monasterio. Precioso. Al traspasarlo, se entra al claustro de un monasterio que transporta el espíritu al recogimiento y la paz de otros tiempos.


Santa Cristina






sábado, 6 de agosto de 2011

Peluches rebeldes

Estoy ayudando a mi hijo a hacer la cama, porque toca cambio de sábanas y eso se le da todavía peor que rehacer una cama (no hay manera de que haga una cama como es debido, no sólo estirando las sábanas).


- A ver si aprendemos, que el sábado próximo la vas a hacer tu solo, ¿eh?

- Vale.

Tiene un montón de peluches que luego hay que colocar sobre la cama.

- Y ahora pon los peluches, pero ya sabes, como a mí me gusta, ordenaditos y bien puestos.

- Vale.

Va cogiendo los peluches y los arroja sobre la cama unos encima de otros.

- Esto se llama…¡Rugby!

- Pedro, sabes que el rugby no me gusta nada…

- Entonces se llama… ¡Rebajas!





Jua, jua, jua, jua. Su hermana se parte de risa y yo también.

Pero esto no va a acabar así.

- Tampoco me gustan las rebajas ¿Sabes lo que me gusta? – miento, pero es lo primero que me viene a la cabeza: - El ajedrez. Pero sobre todo, cuando se comienza la partida.

Así ha quedado su cama:

Peluches jugando al ajedrez por parejas


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(El chico tiene doce años)

jueves, 4 de agosto de 2011

Un 600 en la autopista

La primera sorpresa que nos encontramos en nuestras vacaciones fue esto:



No me digáis que no tiene mérito hacer un viaje desde Bilbao a Burgos con esta maravilla de coche... Toda una joya antigua bien conservada. Llamaba la atención entre el tráfico de la autopista con su alegre amarillo cantando orgulloso como si fuera un canario recién escapado de su jaula. Por supuesto lo adelantamos, admirados de encontrar un 600 tan marchoso y en forma. Cuando paramos en el área de descanso, él entró un poco después. El pobre ya llegaba sin aliento, con el motor recalentado y había que dejarlo enfriar un poco, por eso tiene el portón de atrás abierto. Según me contaron sus dueños, le acababan de cambiar el motor y cuando llevaba ya mucho rato en marcha se calentaba y... se paraba. Sus dueños no sólo me dejaron hacerle una foto, sino que me propusieron tomarme la foto dentro de él. Así que ahí me tenéis, presumiendo de 600 prestado durante un minuto. Desde aquí les doy las gracias por el préstamo, estoy segura de que llegaron a su destino con éxito. La hazaña de viajar así es de héroes, de héroes de otro tiempo, de nostálgicos enamorados de cacharros antiguos. Ellos mismos decían que tenía sus inconvenientes, claro, pero se les veía orgullosos de aquella máquina que aún respiraba y corría por las autopistas, entre la furia desenfrenada de los coches modernos. Es otra manera de viajar, desde luego, a un ritmo más tranquilo y sosegado que el de los viajeros actuales, disfrutando del paso del tiempo y del paisaje a la velocidad de antes y con el sabor y el rumor de otros tiempos.

Siempre me gustaron los 600, es un coche redondo y simpático, el burrito conquistador de las carreteras de la clase popular española, que hizo posible a tantos domingueros tomarse la tortilla de patata en el campo; me gustaba entonces pon su tozudez para estar ahí, entre coches mucho más grandes, potentes y elegantes; él, el feo, pequeñajo y traqueteante, conseguía los limitados sueños de muchas familias; me gusta ahora, porque me trae recuerdos de aquellos años. ¿Y qué me decís de su amplia capacidad? Cuando empezaban a bajar personas y bultos de un 600 parecía mentira que todo aquello hubiera cabido ahí, recordad el chiste: ¿Cómo meterías cuatro elefantes en un 600? Dos delante y dos detrás...

Al mirar el mundo desde allí dentro, tuve una sensación de irrealidad, de vértigo extraño: era como estar en una burbuja del pasado, pero flotando dentro del presente.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Cigarrillos de chocolate

Ahora ya no venden cigarrillos de chocolate. O eso creo, porque hace mucho que no los veo por las tiendas de chuches. Encontré en una confitería de Lugo un paquetito que me parecieron cigarrillos, pero resulta que eran Chocolate Flavoured Crayonns. ¡Crayons, no cigarrillos!


 
Puede que no sea muy educativo un niño jugando a fumar, pero tampoco lo es aprender a matar y no por eso han desaparecido las pistolas de juguete. Nosotros no aprendíamos a fumar con los cigarrillos de chocolate, simplemente imitábamos a los mayores que fumaban, sus gestos elegantes, sus posturas, igual que copiábamos a los adultos cuando preparábamos y servíamos el café en tacitas o hacíamos comiditas en un puchero con cuatro granos de arroz. Yo nunca soñé con fumar al fumarme un cigarrillo de chocolate, pero me encantaba ponerlo entre mis dedos y luego entre mis labios y después quitarle el papel blanco para devorar el rico chocolate. Imagino a una niña de ahora fumando delante de su muñeca, está contemplando sus gestos frente al espejo, le arranca una calada al canutillo de chocolate, echa el humo lentamente, lo coge delicadamente con dos dedos… Ha visto a su madre hacerlo una y mil veces. Y de repente siente la mirada recriminatoria de su muñeca, la niña la mira, agacha la cabeza, un atisbo de vergüenza aparece en sus ojos. Mientras aplasta el cigarrillo para apagarlo, le dice a la muñeca: Este es mi ultimo cigarrillo, te lo prometo, voy a dejar de fumar. Lo haré por ti, no quiero morir envenenada y dejarte huérfana. Su madre la está observando con un cigarrillo en la mano – de los auténticos – y, sintiéndose culpable, lo apaga en la fregadera y se mete en la boca un chicle de nicotina.

Diario de viaje



Una se va de vacaciones, a recorrer el mundo, y no le queda tiempo más que para escribir un pequeño diario de viaje, y eso con grandes esfuerzos, por la noche, de que no se le cierren los ojos. En las habitaciones de las casas rurales, repantingada en un sofá o en la cama, o en una mesita escritorio de hotel, voy garabateando los paisajes de los que se van llenado mis ojos, los olores, las gentes, el mar, las anécdotas de la familia, los sinsabores con los malos hosteleros y los grandes sabores de las comidas más ricas del mundo (cuánto se zampa en vacaciones y qué rico está todo), las maravillosas experiencias con otros hosteleros encantadores, amables y entregados, la conjunción de la historia de las piedras antiguas de los monumentos con nuestro presente, con un automóvil nos asomamos al pasado y nos preguntamos eso de: ¿cómo sería esto en tiempos de los romanos?
Otra vez estoy en casa y echo de menos los paisajes, las gentes, la paz de las casas rurales, todo eso que se me ha quedado en la cabeza y en el corazón. Lo único bueno es que puedo retomar este blog... Y poder volver a encontrarme con mis amigos, en carne y hueso en Zaragoza, y por el ciberespacio en este blog. Lo demás... A trabajar otra vez, en fin, a volver a la rutina del día a día.