lunes, 26 de abril de 2010

Animación a la lectura en Bolea y Lupiñén





El viernes 15 de abril participé en un encuentro de animación a la lectura del programa "Saber Leer", en el colegio Virgen de la Soledad de Bolea. Allí nos juntamos con los alumnos de las escuelas de Bolea y Lupiñén, después de que pudiera solventarse el problema del autobús, que tenía que traer a los chicos de Lupiñén pero los había dejado plantados en la parada de autobús y no los había ido a buscar… Menos mal que allí estaban sus profesoras, que los trajeron en sus propios coches…

El colegio de Bolea estaba encantadoramente ambientado con los personajes de mis cuentos, se entraba por la puerta del castillo, donde me saludó un dragón-monstruo que buscaba chocolate, seguimos por los pasillos de piedra con lámparas de forja con velas como las de los castillos y al llegar a la sala de psicomotricidad, donde se realizó la actividad, nos esperaban tres grandes torres de castillo, un montón de dragones, brujas volando por doquier y monstruos horrorosos colgando por todos lados… Los chicos de Lupiñén trajeron a los monstruos que habían creado con cajas de cartón.

Los chicos habían trabajado un montón el tema del chocolate, realizando sus trabajos sobre el origen del chocolate que estaban también allí expuestos. Y habían escrito cartas a la bruja Pimpi, todo ello en perfecto lenguaje de brujas (Odiada Pimpinela, nos ha desencantado tu cuento… etc etc…) pidiéndole que les enviara un poco de su chocolate mágico para probarlo.

Ante mí tenía a chicos desde infantil hasta sexto de primaria, porque se trata de escuelas unitarias, así que allí empezó la sesión con el "Monstruo, ¿vas a comerme?" que no solo seguían con atención los pequeños sino que también los mayores estaban emocionados con la historia. Acabamos hablando de marcapáginas para los libros y les propuse a los de infantil que crearan sus marcapáginas con cartulina, gomets y sus propios dibujos.

Mientras los de infantil se afanaban en su tarea, me centré con los chicos de primaria y hablamos sobre el dragón Waldo y la bruja Pimpi. Me contaron que habían escrito sus cartas a la bruja y al final de la sesión llegó la sorpresa: había un enorme paquete en la puerta del colegio, que trajo María, la profesora de Bolea y dentro encontró una carta de Pimpi, Bruja de chocolate. Le habían "molestado" mucho las cartas de los niños y estaba desencantada porque no les hubiera gustado el cuento. Aunque le queda ya poco colmillo de dragón, pues muchas brujas le piden que les mande muestras de chocolate mágico, había preparado una chocolatada para todos y hasta Hermenegilda les había enviado unos bizcochos… Así terminó la sesión con el dulce sabor del chocolate con bizcochos y frutas untadas en él, estaba riquísimo…

Un magnífico trabajo el de los chicos de Bolea y Lupiñén, así como de sus profesoras. Muchos besos de chocolate para todos así como soplidos ardientes de dragón…