Una serie de minimicros de verano, para que disfrutéis de lo que nos queda... (eso a los que aún os queden vacaciones, que a mí ya solo me quedan fotos y recuerdos...)
* * * *
Septiembre parecía muyyyy lejos, tomabas algunos helados, veías un par de películas en el cine, hacías castillos de arena, cuadernos de vacaciones... y al doblar la esquina aparecía el monstruo de la vuelta al cole para espantarte el verano.
* * * *
En la montaña, había un cielo nocturno increíble. Y yo me había dejado las gafas en casa. Pero él me dijo el nombre de todas las estrellas.
* * * *
Lo mejor del viaje era cuando mi madre exclamaba: ¡Mirad, el mar! Y todos estirábamos el cuello para ver ese triángulo azul tan deseado.
* * * *
Una toalla para dos. Resbalar en tu piel. Besos con olor a aceite de coco. Que no se acabe nunca este verano. Que no te acabes tú.
* * * *
7 comentarios:
"¡Mirad, el mar!" Lo viví durante tantos años... qué nostalgia.
Gracias por esta entrada y la anterior, hace mucho que mis vacaciones se acabaron pero me has traido el recuerdo.
Un beso
Gracias por traerme vacaciones... Yo no he tenido y no se si tendré...Snif, snif.
Besos desde el aire
Pues si... la verdad que el bizcocho estaba increíble!!! Supongo que lo probarás cuando vuelva a hacer ;)! un beso!!!
Se agradecen estos minicuentos tan frescos de esta y la anterior entrada. Ya que no he tenido "vacas" me ayudan a imaginar.
Beitos
Bittersweet, sí, y nos entraba una alegría...
Luisa, se acaban las vacaciones, pero nos quedan los recuerdos.
Rosa, ya, pobre, pues nada, a tratar de montarse unas minivacaciones en el fin de semana, aunque sean de cuentos y de libros, de dsifrutar de pequeños ratos bien aprovechados.
Elysa, te digo lo mismo que a Rosa, tratad de disfrutar al máximo. Deberíamos hacer que cualquier día tuviera un trocito de vacaciones para desconectar del mundo.
El primero es muy bueno.
Publicar un comentario