miércoles, 23 de abril de 2014

El día que llovieron libros


Ilustración de Juanlu

Aquel día llovieron libros. Cayeron goterones de páginas y más páginas, lluvia de brujas, porque hacía un sol espléndido. Los paraguas no servían de nada, acababas empapado de poesía, de cuentos, de palabras hermosas, de nostalgia, de felicidad, de desamor… Y no te atontaban, todo lo contrario, ¡te espabilaban! Como la lluvia fresca de primavera, te hacía abrir los ojos y respirar fuerte. Y además olía muy bien, un perfume diferente en cada gota.
Pasamos el día en la calle, jugando con los libros, era fácil esconderse en ellos, transformarse en pirata o en trapecista, y la Reina de Corazones nos buscaba frenéticamente, pero la espantábamos con el Rey Arturo… Había también besos entre las páginas y algunas lágrimas, pero incluso las lágrimas nos hacían sentir que estábamos vivos, tan vivos que pensábamos que no moriríamos nunca.
Fue un día intenso, intenso y muy húmedo, aunque brillaba el sol. Lluvia de brujas, volvió a decirnos la abuela cuando volvimos al hogar.

Al meternos en la cama seguía lloviendo. Abrimos la ventana y con el murmullo de las palabras de los cuentos, nos dormimos, nos imaginamos, nos rendimos a los sueños.

3 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Y al día siguiente más: los libros esperanban impacientes a ser leídos, tocados, jugados, ellos y las brujas.
Maravillosas tardes de historias.

Un beso

puri.menaya dijo...

Luisa, al día siguiente chapoteamos en los charcos de libros que nos salpicaban otra vez historias preciosas. ¡Feliz día del libro!

Juanlu dijo...

Y yo me rindo a tus pies :)

Un besazo!!