Me llamo Purificación Menaya, he nacido y vivo en Zaragoza, una ciudad en la que el cierzo te despeina las ideas de la cabeza y te vuelve un poco loco. En verano llega el sol y no hay quien pare de calor. Cuando era niña, en esas tardes calurosas, mientras todos dormían la siesta, leía libros sin parar. Y soñaba con que algún día llegaría a ser escritora, como esos señores y señoras que habían escrito los libros que tanto me gustaban.
Ese sueño, como podéis ver, se convirtió en realidad. Aparte de escribir, estudié economía y trabajo en el departamento financiero de una empresa, calculando costes, revisando cobros y pagos... ¿Que qué tiene que ver eso con los dragones y las brujas y los cuentos para niños? Pues nada... y todo. Porque después de hacer cuentas y cuadrar balances, no hay nada mejor que vaciarse la cabeza de números y llenarla de letras que se convierten en historias y aventuras.
Me gusta la naturaleza, pasear por el campo con mis hijos y disfrutar viendo bichos y flores. También les hago fotos (a los bichos, a las flores y a mis hijos). Hay bosques de verdad tan misteriosos como los de los cuentos y nos encanta perdernos en ellos, darnos un atracón de fresas silvestres y descubrir setas que son casitas de enanitos. Nunca hemos encontrado en los bosques dragones, ni enanos, ni princesas, pero tienen que estar ahí, estoy segura. Por eso escribo sobre ellos.