domingo, 30 de diciembre de 2012

En Esta Noche Te Cuento





Hoy estoy en Esta noche te cuento, coged una mantita, arrebujaros junto al fuego de la chimenea y escucharéis allí mi Cuento de Reyes Magos.

El tema de diciembre es: ...aquella navidad, de niño...

viernes, 28 de diciembre de 2012

Documentales pedagógicos


Dibujo de mi hijo Pedro


Igual que lo hacen las ballenas, Agustín vuelca la cabeza para atrás y resopla el refresco en un vistoso surtidor naranja. La madre salta de la silla: “¡Pero qué haces, cochino, mira cómo me has puesto…!”. El vestido está chorreando; el camarero esconde una sonrisa tras la bandeja plateada, pero servicialmente se apresura a atenderla: “Enseguida le traigo un quitamanchas”. “¡Quitaniños, es lo que yo necesitaría, ayer fue el batido de chocolate…!”, rabia ella fulminando al chico con la mirada. El camarero mira la televisión, recuerda el río Mara del día anterior y piensa: mañana toca documental de llamas andinas…

* * *


Este es un relato para ReC que he reciclado de nuevo por aquí y que he llevado al vendaval de microrrelatos humorísticos que organiza Escuela de fantasía. Pasad por allí a leer relatos de humor y animaos a dejar el vuestro. Otra manera de celebrar los Santos Inocentes.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Postal de navidad en la charca



Postal de mi hijo Pedro



—A ver, a ver, ese rey un poco más a la derecha, que si no, no sale en la foto... ¿Y el niño? ¿Dónde se ha metido el niño?
—Cazando moscas, el chiquitín, que se aburría.
—Así no vamos a terminar nunca —clama la rana fotógrafa, con impaciencia—. No hay manera de completar este belén. Y también nos falta un rey...
—Martín, pero es que anda con el reuma. Con la humedad de esta charca...
—Pues tendremos que conseguir a otro; a ver, ¿quién quiere hacer de Rey Gaspar? —pregunta la fotógrafa entre los mirones.
—Llamad a Miguelín, ese que se cree que es un príncipe...
Miguelín llega buceando veloz como un submarino a reacción, feliz de pertenecer por fin a una familia real aunque solo sea para la foto de navidad.
De un ágil salto se coloca detrás de la rana disfrazada de Melchor.
—¿Y aquí no hay ninguna princesa que dé besos? —le pregunta.
—Esto es el portal de Belén, no una película de Disney —le espeta Melchor, mascullando enfadado entre la barba postiza.
—Sonreíd, decid pa-ta-ta..., ¡bien!
Un fogonazo les hace cerrar los ojos y la postal de navidad ya está preparada. El correo electrónico con la felicitación adjunta llega a todos los habitantes de la charca: todos saben de quién es esa bota gigante que está detrás de Gaspar. La única que no está contenta con el resultado es la fotógrafa. Los demás, por fin, se han librado de la murga de Miguelín. Y él…, suponen que será feliz y comerá perdiz.

* * *

Las ranas de la bruja de chocolate os desean

¡Feliz Navidad!

cantando con su croar armonioso.

Esta Postal de Navidad se ha ido a chapotear en la charca de Puck. Pasaros por allí que hay un ambiente muy ranideño y oiréis el villancico de las ranitas cantoras: ¡Croac-croac-croaaaaac...!

domingo, 23 de diciembre de 2012

Cambio de escenario






En el centro comercial ha llegado la navidad. Las luces de colores se encienden y se apagan haciendo guiños a los visitantes. El muñeco de Papá Noel ríe ¡jou, jou jou…! Árboles de navidad con espumillón brillante en las puertas de las tiendas, acebos falsos de frutos rojos en los escaparates, villancicos de música de fondo. Todo es una fiesta. Y hay gente, mucha gente por los pasillos, subiendo y bajando por las escaleras mecánicas. Son pordioseros, vagabundos, pobres que ya no tienen más que perder ni qué ganar. Se pasean arrastrando los pies con sus zapatos rotos, despacio, observando a su alrededor con ojos de deseo: los adornos navideños, los libros, las cajas sorpresa, las coquetas mesas con sus manteles de encaje y vajillas brillantes, opulentas, y los ordenadores, las video consolas, los juguetes que hablan, los juegos de madera. Entran y salen de las tiendas, no tocan nada, aunque saben que hoy es Navidad, hoy es su día, pueden entrar aquí y usar lo que quieran. En las tiendas no hay dependientes, no hay guardias de seguridad, nadie puede detenerlos. En la fiesta del consumo, hoy están invitados. El resto de los días es territorio vedado. Van cogiendo confianza, poco a poco. Se sientan en las mesas de los restaurantes y comen, comen, comen todo lo que pueden, antes reventar que sobre… Se visten de Armani y de Chanel, juegan a ser príncipes y reinas por un día. Los niños se zambullen en piscinas de juguetes. Sus sonrisas no tienen precio.

Entre las chabolas no hay luces de colores, no hay árboles de navidad. Los tejados de uralita se inclinan cabizbajos, con tristeza. La música no existe. Las estrellas auténticas deberían brillar en el cielo, pero tampoco se ven por culpa de las luces de la ciudad. Los ricos se pasean entre las chabolas. Con sus trajes elegantes, sus sombreros de copa, la mujeres con sus finos tacones se quedan atrapadas en los agujeros. Entran con aprensión en las miserables casas y descubren la indignidad de la basura reciclada, los cajones de fruta que son estanterías, las cajas de cartón que guardan tesoros de tuercas y tornillos, los carritos de bebé desvencijados, las ruedas de bicicleta que sustituyen a las ventanas. Duermen en colchones de muelles rotos que gimen bajo su peso. Sus hijos los esperan fuera jugando a la comba y a las chapas. Apenas hay comida en estas chabolas, las tripas les rugen de hambre, pero solo es un día, un día de comer pan seco y arroz, de poner su conciencia a prueba por unas horas.

Sin embargo su conciencia no tiene memoria.
Hoy es Navidad. Pero mañana todo volverá a ser igual.

Los pobres volverán a las chabolas. Los ricos regresarán a su paraíso de colores. Nunca se tocarán. Solo se verán sin verse, como siempre, de pasada, en las esquinas.

* * *

La foto es de nuestro árbol de navidad.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Por amor





Hoy participo en el concurso de microrrelatos de las bodegas Azpilicueta, con el relato que leerás más abajo. 
Si te gusta. puedes votarlo hoy en:
http://www.facebook.com/AzpilicuetaVino/app_79458893817


Me gusta terminar el día con una copa en las manos. Acercarme a ella como lo haría con una mujer: si nos dejamos conquistar por la belleza femenina a través de todos los sentidos, permitámonos también que una copa de vino nos seduzca lentamente. Primero la observo al trasluz y deseo el rojo sensual de sus labios; la acaricio sujetándola suavemente por la cintura para acercarla a mi nariz, que se prende de ese perfume sensual que me hace cerrar los ojos; mis labios sienten la calidez de sus besos, y en la boca juego con ese matiz afrutado que se enreda en la lengua; percibo el aroma retronasal del roble, fuerte, intenso, y ya vencido, me dejo arrastrar con la voluptuosidad del recuerdo de esa mujer, que inunda mi cerebro. Por eso me siento, al atardecer, y apuro la copa, despacio. Por amor al vino. Por amor a ella.


Presentación de "Cuéntame una ilustración"





Hoy es la presentación del libro Cuéntame una ilustración que ha sido el fruto del proyecto escríbeme una ilustración de la ilustradora Clara Varela. Como ya os conté Clara nos enviaba una ilustración y cada escritor contaba una historia inspirada en ella. La presentación es en la librería La fugitiva de Madrid hoy a las 20:00.
Es un libro precioso, y he participado en este proyecto con este cuento y esta fue la ilustración de Clara que lo inspiró:

Si estáis en Madrid no os lo perdáis, yo no voy a poder ir!!!

El principio del fin


Todo fin genera su principio

jueves, 20 de diciembre de 2012

Lo que siempre perdura



—¡El fin del mundo: pujjj! —exclamó chocando su nave espacial contra el cojín que estalló por los aires.
—Y entonces salió otro mundo —dijo cogiendo otro cojín floreado—, mucho mucho más bonito. Y apareció un dinosaurio... —. Su manita hacía pasear al tiranosaurio sobre las flores.
—¿El dinosaurio aún estaba allí? —le interrumpió su madre, levantando divertida la vista del libro que estaba leyendo.
—Claro, estaba esperando que todos se hubieran dormido.
—¿Y qué hizo cuando despertaron?
—Nadie despierta del fin del mundo. Luego el dinosaurio se extinguió y unos extraterrestres encontraron un fósil de su cabeza.

* * * * *
Falta una hora para el fin del mundo. Leyendo cuentos antes del fin del mundo, se nos hará más corto. Lee un montón de cuentos antes del día fatídico, según la propuesta de Acuática, que puedes ver en
Un cuento antes del fin del mundo



aquí 
encontraréis todos los amigos que participan en Un cuento antes del fin del mundo


Este es el cuento de mi hija Elena, que también ha querido participar:


¿Fin del mundo? No, gracias

Sonriente, Thali entró en el templo de la mano de su padre y se quedó boquiabierta por la cantidad de cosas que había. Las grandes figuras de los dioses, situadas al fondo; los coloridos dibujos que llenaban las paredes, el altar con las ofrendas…
Pero una roca tallada en un lado del templo llamó poderosamente su atención.
—Papá, ¿qué es eso? —la señaló.
—¿Eso? Es un calendario. Marca los días, pero este es muchísimo más grande y largo que el que tenemos en nuestra casa.
—¡Mira, se termina allí! —dijo extrañada— ¿Por qué no sigue?
—Porque a los sacerdotes les dio pereza calcular el resto —rió él—. Mira cuánto tiempo falta para que necesitemos uno nuevo. Los sacerdotes tienen vacaciones hasta que se vaya a terminar el año y hayan de preocuparse de calcular el siguiente.
—Papá, ¿te imaginas que alguien creyera que no hubiera nada después? ¿Qué se acabase el mundo o algo?
—Tendrían que ser unas personas muy tontas.
Y los dos se echaron a reír y siguieron viendo el templo, pensando en lo absurdo que resultaba aquello

domingo, 16 de diciembre de 2012

Maneras de estar contigo



Maneras de estar contigo:


A tu lado_______

encima

______
debajo

|_dentro_|

de ti
!

jueves, 13 de diciembre de 2012

Premio Opticks de Relatos Ilustrados



Ilustración de Alejandra Fernández


Hoy se presenta  en la librería Leo (Rinconada Federico García Sanchiz, 1,Valencia) el libro que recopila los relatos finalistas del IV Premio de Relatos Ilustrados Opticks. El relato que presentamos Alejandra Fernández (ilustración) y yo (texto), ha sido uno de los finalistas, podéis ver más informacíon del premio aquí. Así que estamos muy contentas con este trabajo conjunto que ha dado su fruto en un libro . Como véis, la ilustración de Alejandra es magnífica y soñadora, dan ganas de salir galopando con los unicornios. 

El relato tuvo su germen en unos juegos previos al vendaval de microrrelatos 2011; cuando lo escribí pensé que merecía la pena desarrollar esa primera idea en un cuento más largo. Al enterarme de este premio, le pedí a Alejandra si quería participar conmigo y este ha sido el resultado.

Alejandra y yo nos morimos de ganas de recibir el libro en casa, aún no lo hemos visto, y ninguna de las dos podremos estar hoy en la presentación, nos cae un poco lejos Valencia...

Cuando tengamos información sobre puntos de venta os avisamos.

Ahí va el principio del relato:

El origen de los unicornios

Eran tres hermanos. Juntos, inseparables, galopaban todas las noches en las tinieblas del bosque Oscuro. Eran unicornios, su cuerno dorado iluminaba su camino con el mismo brillo del sol de mediodía. Habían nacido al despuntar el alba para convertirse en criaturas de la noche.  El mayor tenía ojos de castaña y crines de hojas secas con olor a tierra húmeda. Atraía la lluvia de otoño, a mediados de septiembre, cuando el día acortaba y la noche crecía para que ellos cabalgaran. El mediano, con sus ojos verde esmeralda y sus crines de brezo, sembraba la primavera allí por donde pisaban sus cascos en el mes de abril, su aniversario. El menor tenía los ojos tan azules que al mirarlos uno se sentía inundado por el mar, aunque no lo hubiera visto nunca. Su madre había muerto al nacer este, pero la princesa encontró una yegua adoptiva que lo amamantó. Entre la yegua, sus hermanos y la princesa, sacaron adelante a aquel potrillo de ojos y crines azules, que cabrioleaba con sus frágiles patas mordiéndoles la cola a sus hermanos. En sus ojos estaba escrito que él los guiaría hasta sus orígenes.
Cuando creció, la fuerza de aquel unicornio se igualó a la de sus hermanos. Detrás de ellos, galopaba por el bosque sin perder el aliento. Su juventud briosa derramaba vida a su paso. Los pájaros piaban enloquecidos al oír sus cascos, las flores exhalaban un perfume más intenso, los corzos corrían a su lado para jugar, las mariposas nocturnas lo rodeaban como si fuera su príncipe y las luciérnagas se enredaban en el brillo de su cuerno. A veces, la princesa cabalgaba sobre él. Siempre cabalgaban de noche, a la princesa le gustaba la luz de la luna y el dorado resplandor del cuerno de los unicornios. Eran noches hermosas, tanto las oscuras y misteriosas de luna nueva, con los aullidos de los lobos de música de fondo, como aquellas en las que la luz de la luna iluminaba el interior del bosque, convocando fantasmas.
Una noche, la luna llena tocó con sus rayos su cuerno dorado y le arrancó destellos de plata y azul cobalto. Aquella era la señal que la princesa estaba esperando: el unicornio de ojos azules ya estaba preparado. Él resopló, movió la cabeza arriba y abajo, y los destellos azules dibujaron serpentinas alrededor de los árboles. Partieron esa misma noche. A la cabeza iba ahora el joven unicornio con la princesa cabalgando sobre su lomo. Los escoltaban en pareja el marrón y el verde. Viajando por las noches, durmiendo por el día, recorrieron páramos fangosos, llanuras desoladas, subieron montañas de afiladas cumbres que soñaban con tocar las estrellas. 
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La continuación, pinchando AQUI

domingo, 9 de diciembre de 2012

El peligro que amenaza al escritor de relatos


Mi mesa de escritora, miniatura de mi hijo Pedro


Estoy escribiendo un libro de relatos. Generalmente cuando escribo un relato, lo empiezo, lo desarrollo y lo termino. Luego vienen los retoques y correcciones, que se pueden dejar para más adelante, mientras escribo entre medio alguna otra historia, pero el cuento está cerrado, no admite cambios fundamentales. Sin embargo esta vez es diferente. Cinco, ahora ya seis relatos diferentes pululan por mi cabeza al mismo tiempo; el primero generó el segundo, el segundo el final del tercero, que dejó a su vez empezado el cuarto y sin terminar ni el primero ni el segundo ni el tercero, y así he llegado hasta un quinto y un sexto cuentos corriendo a la vez hacia distintas metas. Son historias diferentes, sin nexo de comunicación entre ellas, aunque, por poner un ejemplo, el perro de una se acerca a olisquear al vagabundo de otra y promete convertirse en su compañero fiel, abandonando ese apartamento de soltera donde le cuidan tan bien… Y el proceso se está haciendo imparable… Las historias se inclinan hacia el mestizaje de unas con otras con una voluntad propia que soy incapaz de detener. He tratado de ordenar los cuentos uno sobre otro, como los pisos de un edificio, para proporcionarles una estructura más firme y aislarlos convenientemente entre cuatro paredes, techo y suelo que limiten y resguarden la intimidad de cada hogar, pero los personajes se empecinan en interactuar unos con otros, coinciden casualmente en el ascensor, o bajan por la escalera, llaman a la puerta de sus vecinos  y entran en sus casas con excusa de pedir sal, o se cuelan con descaro por la ventana, o se filtran como fantasmas por las paredes… Esta comunidad de vecinos está adquiriendo una concupiscencia peligrosa y empieza a parecerse más a una comuna con la consigna del amor libre que a una ordenada comunidad con el lema de “cada uno en su casa y dios en la de todos”….  Temo que todo esto termine convirtiéndose en una novela. Y cuando digo temo es porque me da miedo de verdad.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Escríbeme una ilustración, el libro






Está visto que llevamos una buena temporada de libros, libro por aquí, libro por allá... Aquí os presento otro libro de la ilustradora Clara Varela que comenzó esta aventura en su blog escríbeme una ilustración. Ella nos enviaba una ilustración y los escritores debíamos imaginar a partir de ella un cuento. El resultado de todo ese maravilloso trabajo se ha materializado en un libro, que se titula Cuéntame una ilustración. Pero no solo eso, se trata de un audio-libro, con algunas de las historias cantadas por Quesia Bernabé. En fin, un trabajo de aúpa. Un precioso regalo de navidad, para estos días.
Si queréis algún ejemplar del libro, podéis solicitarlo a Clara en esta dirección: clarulina arroba gmail punto com.

Si pincháis en la ilustración del libro la veréis ampliada. Las ilustraciones de Clara son soñadoras, inspiradoras. A mí me tocó ilustrar la de abajo de la izquierda. Podéis ver el cuento ilustrado aquí. Le tengo mucho cariño a este relato, me vino de muy adentro. Es una historia que se la dedico con todo mi corazón a mi madre. Porque la vida de muchas madres ha sido así. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Colaboraciones II, nuevo libro de Juanlu






Ya tenemos el nuevo libro Colaboraciones II. Los dibujos de Juanlu más los relatos de muchos microrrelatistas amigos. Pasad por casa de Juanlu pinchando en la imagen para verlo y descargarlo. Otro nuevo trabajo de este gran artista que pinta nuestros relatos.

Yo participo en esta ocasión con un para de relatos: Para qué sirven los paraguas y Despedida. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Envuelto de otoño






Demasiado otoño...