Fotografía de Ralph Gatti |
We can be heroes just
for one day.
He will be heroe for
ever…
La oscuridad y la
luz, él podía ser eso. Podía mirarnos
con un ojo azul y otro oscuro y maligno. Podía sonreír con un pellizco de
maldad. Podía arañar el paraíso y bailar en el infierno. Viajaba por el espacio
y contemplaba el planeta azul mientras tomaba sus píldoras de proteínas. Podíamos
perdernos con él en el laberinto, aunque quisiera raptar a nuestro hermano, o
quizá mejor si lo hacía. Era el camaleón que cambia de color con la luz y con
los tiempos, pero no para mimetizarse sino para destacar entre las estrellas. Escuchaba
sus canciones, en cassettes que ya se han borrado. Las tarareaba con mi primo,
tumbados en la cama, aun a sabiendas de que nosotros no seríamos héroes, ni
siquiera durante un día. O quizá sí: éramos héroes los dos o tres minutos que
duraba la canción.
* * *
David Bowie murió el 10 de enero de 2016. Esto lo escribí el 11 de enero cuando me enteré de la noticia y no lo había puesto por aquí, quiero que esté en esta bitácora. Un duro golpe para todos los que lo admirábamos. Preparó su muerte salvaguardando su intimidad, Pero nos dejó un último disco, donde muere y renace para todos nosotros.