Esta mañana no me encontraba a mí misma.
Y tuve que buscarme entre las arrugas de las sábanas, en el
poso de mi último sueño, en las esquinas de un viaje imaginario, en mis labios
secos bajo el grifo del lavabo, en el espejo del baño, vacío. Hasta que
llegaste tú y me prestaste tus ojos.
6 comentarios:
Hay muchas lecturas en este texto. No salen más que historias de ellas. Me gustó mucho, muy sugerente
Gracias Luisa, me alegro de haberte provocado muchas historias.
Coincido con la valoración de Luisa, la riqueza de esta pieza reside en sus múltiples lecturas, que nos llevan desde el amor hasta la dependencia sistémica.
¡Buen trabajo, Puri!
Un abrazo.
Te acabo de conocer y me quedo, coincide que participamos en viernes creativos de Fernando Vicente.
Hasta que.....
me parece soberbio¡¡, te felicito de corazón
Besos muchos ♥♥
Gracias Tramos, es un gran lugar de encuentro el bic naranja de Fernando.
Pedro, a veces no dependemos solo de una persona sino de "el otro", cualquiera que sea ese otro, como si los demás fueran los que nos dieran la existencia.
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