miércoles, 30 de marzo de 2011

El hombre perfecto

¿Qué haces si el hombre del anuncio de colonia, el que sale con el torso desnudo en la foto de la revista y en la tele, el hombre de la frente despejada, el hombre de la nariz perfecta, de la mandíbula perfecta, de la boca perfecta, de los ojos claros, se sienta en la mesa de enfrente de tu cafetería cotidiana mientras te estás llevando un croisant a la boca? Pues te atragantas, claro, y te pones a toser como una loca y no puedes parar, y entonces él se levanta, se acerca y te da unas palmaditas en la espalda y eso te corta la respiración, por la proximidad del hombre perfecto y... Vuelves a toser otra vez.


¡Qué escena más lamentable, cómo arreglarlo! Tú que querías pasar desapercibida y lo tienes ahí a tu lado preguntándote si ya estás mejor, si quieres un vaso de agua y no eres capaz de decir ni sí ni no, y tampoco vas a arruinar el asunto preguntando eso de ¿tú eres el hombre del anuncio de colonia, ¿verdad?, ni tampoco es cuestión de pedirle un autógrafo, qué vergüenza, lo que realmente desearías pedirle es un beso, un beso en la boca largo y delicado y una cita para cenar...

Balbuceas: Gra- gracias. No es nada…

Eso de que no es nada, es mentira, es el hombre perfecto que además huele a limpio, a colonia perfecta, ¿será la del anuncio? Y estás a punto de desmayarte, para que él te acompañe en la ambulancia hasta el hospital.

Pero no te desmayas. Así que el hombre perfecto, como ya no toses, y no te pasa nada, ni te desmayas, vuelve a la barra, paga su consumición y sale del bar. Y entonces te vienen a la cabeza todas las oportunidades de tu vida que has dejado escapar, como ésta, y entonces reaccionas, sales a la calle detrás del hombre perfecto, y le dices:

- Oye, tú eres el hombre perfecto, el hombre del anuncio, ¿verdad?

El asiente, divertido, seguro que le ha pasado esto cientos de veces.

Entonces le dices:

- Pues mira yo no soy la mujer perfecta, así que soy tu complemento ideal. ¿Quieres cenar conmigo esta noche?

Entonces el hombre se ríe de nuevo con su sonrisa perfecta y dice:

- Vale, pero ten en cuenta que los hombres perfectos se disuelven al contacto de mujeres auténticas como tú.

8 comentarios:

Blanca Bk dijo...

Jajaja, es muy bueno, me ha encantado...!! ;D
Buenos dias guapa!!!

puri.menaya dijo...

Gracias Blanca, a ti lo que te ha encantado es el hombre perfecto... Pero yo soy la afortunada mujer imperfecta.

Ángeles Sánchez dijo...

Muy bueno, el final es estupendo!


Un saludo

Torcuato dijo...

Ja, ja. Es que es mejor lo auténtico a lo perfecto. La primera cualidad es difícil encontrarla hoy en día, la segunda, no tiene mérito, todos somos perfectos, pero no lo sabemos.
Besos, Puri.

MA dijo...

Ya decía yo, ¡estos hombres que conozco, que ninguno se me disuelve!. Debe ser porque no son pefectos, por lo menos, no como el de la colonia.
Simpatiquísimo.

puri.menaya dijo...

Gracias Ángeles, bienvenida.

Torcuato, yo creía que don perfecto se murió...

MA, mejor uno de esos hombre imperfectos, que no se disuelven.

Unknown dijo...

Qué bonito!!! :D

puri.menaya dijo...

Cris, ya sabes, no busques al hombre perfecto... que se disolverá