Hoy el sol se ha levantado con la marcha Radetzsky del concierto de año nuevo. Con los primeros compases y las palmas suaves, sus rayos han entrado por la ventana para bailar en nuestro cuarto de estar. Después se ha vuelto a meter entre las nubes a dormir un rato más, ha debido pasar una nochevieja movidita. Por fin se ha sentado en nuestra mesa a la hora de comer - hemos comido muy, muy tarde -y ha toquiteado nuestros langostinos, ha aspirado el aroma de las doradas al horno y ha hecho brillar las burbujas de cava. Charlando en la sobremesa, no nos hemos dado cuenta de que la noche ha llegado pronto, y se lo ha llevado otra vez a dormir. Qué poco dura el sol de año nuevo.
2 comentarios:
Por suerte con el año nuevo vamos ganando minuto a minuto un poquito más de sol para que entre en nuestras casas y en nuestros corazones para alegrarnos día a día.
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