domingo, 29 de noviembre de 2015

La ladrona de sueños




©Alyssa Monks


Esta mañana el sol entra por la ventana sin cortinas de la habitación del hotel y araña mis ojos hasta que consigue subir mis parpados. Tú duermes boca abajo y el sol no parece suponerte un impedimento para dormir, todavía estás más a gusto en ese barco que navega entre sábanas espumosas y caldeadas por sus rayos. Enseguida me levanto, no aguanto tumbada en cuanto me despierto, y me acomodo en la butaca frente a la cama. Me fumo un cigarrillo mientras te contemplo. La espalda desnuda y aferrado a la almohada como si fuera tu amante. Es gracioso, anoche me jurabas amor eterno, y acabábamos de conocernos, y ahora ya te vas con esa. Te veo ahí, dormido e indefenso. Tan inocente como un niño. Como los otros. El sueño os iguala a todos. Me aparta de vosotros. No me dejáis entrar en ese íntimo espacio. Y estas sábanas tan blancas de los hoteles, que me sacan de quicio. ¿Qué pretenden, parecer las nubes donde flotan vuestros sueños? ¿Por qué nunca os despertáis antes que yo y apagáis esta soledad inmensa con un beso largo y profundo? ¿Qué esperáis para abrazarme? Pero ya es tarde. Ya tengo en mis manos el bisturí de diseccionar sueños. Y en las sábanas teñidas de rojo, encuentro el olor y el sabor de tu sueño.


* * *
Un relato para el viernes creativo de el bic naranja, sobre un cuadro de Alyssa Monks

8 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Es un mecanismo un poco bestia, pero mira, sabe como ver los sueños de los otros.

Juanlu dijo...

Me das miedo, me despierto ya!

Besos

Juanlu dijo...

Me das miedo, me despierto ya!

Besos

Juanlu dijo...

Me das miedo, me despierto ya!

Besos

Javier Ximens dijo...

Creí que lo tuyo eran cuentos infantiles, vaya mujer que te has buscado. Tu cuento tiene mucho trasfondo en la mente de esa mujer.

puri.menaya dijo...

Miguel Ángel, sí bastante besti, jaja, sería mucho más fácil despertarlo y preguntarle...

puri.menaya dijo...

Juan Luis, ojito con despertarte tarde!!!

puri.menaya dijo...

Ximens, no todo son brujas de chocolate en mi literatura. También me gustan otros personajes más tremendos y complicados, que nos dan miedo y que no podemos comprender.