Para Fernando Vicente
Nos reuníamos los viernes. Primero
Fer nos ponía una película o sacaba el álbum de fotos, o traía un dibujo que le
gustaba, o simplemente soltaba tres o cuatro palabras, lo que le apetecía…
Metíamos aquello en la batidora, le dábamos mil vueltas, le añadíamos un poco
de ron y de ginebra y vomitábamos nuestras resacas a golpes de bic naranja.
Podía ser un pez en una caja, unas
abuelas ciegas, monstruos elásticos, un autobús en la nieve, un ramo de rosas…
Cualquier cosa valía para estimular nuestras cabezas huecas. De ahí muchas
veces surgía el amor, ese que siempre nos sale tan bien, o el desamor en un
puño cerrado y rabioso; nos bañaba una ola de poesía y el erotismo nos erizaba
la piel. Anita llegaba siempre la primera, soltaba su bomba y una sonrisa, y a
su voz nos íbamos uniendo uno detrás de otro en una fiesta de palabras. Nos
gustaba ir allí, dejar nuestro borrón y pringarnos con los manchurrones de los
otros. Y cuando nos íbamos nos quedaba el sabor de las historias en el paladar
y en los oídos y el deseo de que llegara el próximo viernes.
Hoy nos toca brindar por esos
viernes creativos y por los que vendrán.
¡Felicidades a todos! Y sobre todo
al anfitrión, que pone la casa y las bebidas.
Gracias, Fer, por esos
viernes-musas que nos saben tan bien.
* * *
Hoy cumplen un año los viernes creativos de el bic naranja.
6 comentarios:
Interesantes sesiones con imágenes de motivación psicológica. Funcional para quienes gustan ser guiados.
En lo personal no me gusta la creatividad en equipo.
Pero hay quienes no van solos ni al baño. Y lo comprendo.
Qué chuli, Puri. Yo que soy una cagaprisas jiji.
Besosss
Muchas gracias, Puri. Pero, como decía Agus Valderrama, todo esto no seria posible sin vosotros...
Brindo por eso. Salud Vierneadictos!
Son muy interesantes, Carlos, y es un buen estímulo para la creatividad. A los creadores siempre les ha gustado juntarse para crear y compartir sus creaciones y sobre todo lo mejor es ver como de un mismo estímulo surgen historias tan diferentes. En realidad es creatividad individual pero compartida. Frankenstein también nació de una reunión aburrida de escritores en un lago suizo.
Anita, eres la primera en llegar a la fiesta, corres mucho, mucho ;)
Fer, es cierto, todos estamos ahí, porque disfrutamos con esos viernes.
Miguel, ¡vivan los vierneeeeesss!
Hola...
Sí, que se siga creando, que junto con la imaginación, dará un total de muchas posibilidades.
Todos los días se pueden vivir como viernes.
Saludos...
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