Al ocaso, el reloj marcó las seis
tres veces. La campana tañó seis campanadas, seis campanadas, seis campanadas.
La última fue un gong
descuartizado, que se prolongó hasta el infinito de nuestro orgasmo. Creí que
se me abría la cabeza, desde dentro.
Los gusanos brotaban del vacío de
tus cuencos orbitales. Deposité flores de borraja sobre la lápida de tu tumba,
donde habíamos fornicado a sus espaldas. Tus gritos le habían despertado y
vomitaba la rabiosa espuma de los celos. El cielo se abrió en dos, como mi
cabeza. Pero no me dolía en el cráneo, sino en las falanges de los dedos
meñiques, como si los retorcieran con alicates. Supe que iba a perderte otra
vez. Del universo acababa de borrarse la palabra paz.
* * *
El mes
pasado, en una convocatoria especial de esta noche te cuento sobre el tema
"666, la Bestia", mi relato "Flores para mi demonio azul"
estuvo entre los finalistas. La versión que publico aquí está modificada, las bases eran demasiado estrictas en cuanto a número de caracteres y demás. En este enlace encontraréis a los ganadores y
finalistas:
9 comentarios:
Describe en forma bellísima el deportivo fornicio en cementerios.
Bravo.
Bestial Puri, hace honor a la convocatoria, je je.
Felicidades, un abrazo.
Enhorabuena Puri!!!
Besos desde el aire
Enhorabuena Puri, un micro fantástico!!
Enhorabuena, Puri, el micro y tu bestia lo merece.
Un beso,
Gracias por vuestros comentarios a esta bestia endemoniada.
Muy bueno. Sinceramente bueno. Me ha hecho quedar pensando y leer y releer.
Un abrazo.
Felicidades, Puri. El micro es tan bueno como perturbador
Gracias Ricardo, es un micro para leer y releer, sí.
Pablo, gracias creo que como dice Ricardo genera preguntas, que tratamos de contestar, por eso esa intranquilidad, ese aspecto perturbador.
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