Dibujo de mi hijo Pedro |
Igual que lo hacen las ballenas,
Agustín vuelca la cabeza para atrás y resopla el refresco en un vistoso
surtidor naranja. La madre salta de la silla: “¡Pero qué haces, cochino, mira
cómo me has puesto…!”. El vestido está chorreando; el camarero esconde una
sonrisa tras la bandeja plateada, pero servicialmente se apresura a atenderla:
“Enseguida le traigo un quitamanchas”. “¡Quitaniños, es lo que yo necesitaría,
ayer fue el batido de chocolate…!”, rabia ella fulminando al chico con la
mirada. El camarero mira la televisión, recuerda el río Mara del día anterior y
piensa: mañana toca documental de llamas andinas…
* * *
Este es un relato para ReC que he reciclado de nuevo por aquí y que he llevado al vendaval de microrrelatos humorísticos que organiza Escuela de fantasía. Pasad por allí a leer relatos de humor y animaos a dejar el vuestro. Otra manera de celebrar los Santos Inocentes.
6 comentarios:
Ya me contarás qué tal las llamas...
Divertido relato, sí señora.
Un abrazo.
Jejejejeje lo que se aprende en los documentales...
Besos y feliz 2013 desde el aire
Muy divertido, sí. Y muy bien acompañado con el dibu de tu hijo.
Un abrazo.
Je, je, je. ¡Qué bueno, Puri! De solo pensar en haberle hecho algo así a mi madre, no hubiese llegado vivo a estos comentarios.
Muy bueno.
Un abrazo y feliz año nuevo.
Al menos, si ponen un documental sobre el cerdo ibérico, le podéis hacer choricito al niño. Un abrazo.
CDG, las llamas imagínate, yo siempre me acuerdo de Tintín y el capitán Hadock...
Rosa, los niños aprenden de todo y no tiene idea buena, jeje
Sara, el dibu del chico es lo mejor. Si hasta se sale de la pantalla!
Pedro, las madres ladran, pero no muerden...
Armando, mientras no se ponga el niño a hacer chorizos...
Un abrazo a todos
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