Madre e hijo salieron de paseo.
—Quiero un helado… —pidió el niño y su madre se lo compró.
—Quiero ese coche rojo… —y su madre se lo compró.
—Quiero ese juego para la consola —y su madre se lo compró.
—Cómprame un beso —dijo el niño al contemplar una amorosa
familia en un anuncio de seguros.
Y su madre no encontró ninguno en todo el centro comercial.
6 comentarios:
Hola, Puri.
Pobrecito, tenía todo lo que se podía comprar, pero carecía de amor. Creo que les pasa a muchos niños.
Besos, guapa.
Gracias Towanda, sí, algunos tienen muchas cosas pero les falta lo fundamental.
¡Caray, Puri, cuánta tristeza y cuánta verdad!
Un abrazo,
Pedro, es triste la verdad y en este caso lo que si tiene es remedio.
Si tienes que buscar un beso en un centro comercial no se si tiene remedio.... besos besos y más besos! con lo que me gustan los besos!
Leica, el remedio es fácil, pero ciertamente la que no tiene remedio es la madre. Besos para ti, y no de centro comercial
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