Voy a contaros un secreto.
No lo sabe nadie, ni mis amigos del cole.
Mi hermano lo dice por ahí,
pero nadie le cree...
Mi mami es una bruja.
No es una bruja como las de los cuentos.
No tiene verrugas,
ni las uñas largas como agujas de hacer punto.
Ni dientes negros, ni una sonrisa torcida,
ni se come a los niños...
Pero es bruja, os lo aseguro.
Se pone un vestido negro hasta los pies,
de mangas muy anchas,
y un sombrero picudo,
y nos encorre por el pasillo.
Nos regala calaveras,
calabazas terroríficas,
jugamos a los muertos vivientes...
Nuestro gato negro
la sigue a todas partes.
Mami le hace cosquillas
entre los ojos.
El gato ronronea feliz
y se acurruca en su regazo.
Mi mami prepara en una enorme olla
sus pócimas para crecer.
Son verduras asquerosas
y nos las tenemos que comer.
Los murciélagos entran en casa
a la hora de cenar.
Revolotean sobre la mesa del comedor.
¡Clap, clap, clap!
Con su rápido aleteo,
no necesitamos ventilador.
Se tiran en picado sobre nuestras cabezas,
pero jamás chocan con nosotros.
Nunca hay moscas en nuestra casa.
Los murciélagos se las comen...
A mi mami no le podemos mentir.
Ella lo sabe todo.
Todo lo ve en su bola de cristal.
Es una bola azul brillante,
que le dice las cosas que pasan,
aquí y allá.
Cuando mamá se enfada,
le salen sapos y culebras por la boca,
y rayos ardientes de los ojos.
Cuando está contenta,
le salen historias
de duendes y unicornios,
y sus ojos brillan como estrellas.
Mi mami siempre nos lee
cuentos de miedo antes de dormir.
De vampiros, de castillos tenebrosos,
de monstruos de un solo ojo...
Pero no nos dan miedo.
Porque nosotros somos brujitos,
hijos de bruja,
de bruja de verdad.
De mayor, mi hermano quiere ser fantasma.
Yo quiero ser bruja, como mamá.
Mi mami también tiene una escoba
y jamás la he visto barrer.
Vuela con ella.
Se escapa por la ventana, a medianoche,
cuando todos estamos dormidos,
y habla con la luna y las estrellas.
Yo la he visto allá arriba,
su silueta recortada contra la luna.
Está preciosa.
Yo quiero ser bruja, como mamá.
Y volar por las noches hasta el más allá.
1 comentario:
Precioso.
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