domingo, 27 de marzo de 2016

Los mujerales



©Mike Dempsey


Allí de donde yo vengo las mujeres nacen en los árboles. Primero son flores que abren sus pétalos en primavera. Exhalan un perfume que atrae a los hombres aunque se hallen muy lejos. Ellos riegan y cuidan los árboles en cuanto aparecen, a veces hasta cubren las flores para protegerlas de las heladas. Por las noches las flores se cierran y los hombres suspiran por ellas hasta el amanecer, momento en que se quedan dormidos. Por la mañana ellas abren sus pétalos, se estiran, y cada día van adquiriendo forma de hembra humana; primero salen las piernas colgando de la corola, después van cayendo las caderas, el vientre liso y suave, luego empiezan a asomar los senos redondos y los brazos que se alargan hacia el suelo; por fin aparece la cabeza y cuando caen los pétalos, es su larga cabellera la que las une a la rama. Se balancean bajo el sol, mueven los brazos y las piernas acariciando el viento, y su risa cae sobre los hombres como una lluvia picante que les hace cosquillas en los costados. Es entonces cuando mujeres y hombres están preparados. Con un impulso más fuerte, se sueltan del árbol y se lanzan sobre ellos, que las esperan con los brazos abiertos.

* * *

Relato para un antiguo viernes creativo.

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