video de Dvein
Al principio,
dios soñó el paraíso: montañas, ríos helados que cobraban vida con el calor de
la primavera, bosques poblados de animalillos que correteaban en armonía. A
veces le hacían cosquillas bajo la espesura de sus barbas, o se introducían en
su boca, tiernos y dulces como bollos de leche. Quizá demasiado aburrido,
faltaba una pizca de emoción. El sueño cobró mayor interés cuando creó aquella
criatura tan ridícula que caminaba sobre dos patas: decidió dotarla de una mayor
autonomía, de un cerebro creador. Tuvo que expulsarlo del paraíso, por
desobediente. Pero el mundo se enriqueció con su naturaleza rebelde e
imprevisible; se sorprendió de hasta dónde era capaz de llegar con su aparente
fragilidad. Se parecía demasiado a sí mismo, tanto, que el animal inventaba sus
propias herramientas y artefactos, aspiraba a transformar y dominar el mundo;
incluso elaboraba conceptos, como ese del libre albedrío, que siempre le pareció
que le dejaba a un lado, aunque trataran de convencerlo con esas interminables
discusiones teológicas que pretendían conciliar la esencia divina y la
libertad. En la larga noche del dios dormido, ese ser que infectó la Tierra se
convirtió en su peor pesadilla. Y a pesar de su sufrimiento, no quería despertar,
se aferraba a esa querencia de eternidad, a ese dejar que el universo siguiera
su curso sin excesiva intervención, para maravillarse con los desmanes de su
propia obra, aun a riesgo de que el hombre (de ese modo se había llamado a sí
misma la criatura) destrozara su más delicada creación. Y es que nadie puede
por voluntad propia matar al protagonista de su subconsciente.
* * *
Y es que escribo de viernes creativo a viernes creativo y tiro por que monto en tío vivo...
Una nueva propuesta de el bic naranja, escribir una historia para este video. Podéis leer más historias aquí.
2 comentarios:
Te felicito de corazón un vídeo tan gris le has dado toda la forma contraria de manera original, agradable, creativa...¡excelente¡
Besos muchos ♥♥
Micro de carácter divino que deja ver tu clara personalidad de escritora. Importante, muy importante.
Saludos
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