Este domingo ha terminado la feria del libro de Zaragoza. Esta mañana hemos dado una vuelta por allí para disfrutar, como todos los años de los libros, y estos son los que han venido a casa:
* Mitos y leyendas de Japón, de F. Handland Davis
* El tren nocturno de la Vía Láctea, de Miyazawa Kenji
* Por las sendas de montaña, haiku de Batsuo Basho
* Cosas que deberías(o no) haber hecho de Blanca Bk y Jesús Aznar.
* Todos los besos del mundo, relatos de Félix Romeo
Los tres primeros, japoneses, el primero elegido por mi hija, muy interesante para conocer sus leyendas y los otros dos, porque me ha dado esta temporada por la literatura japonesa (ahora estoy leyendo El rumor de la montaña, de Yasunari Kawabata).
El de Blanca Bk, ya ha caído completo esta tarde, y me he reído mucho, y como veis viene acompañado de un dibujo suyo con monstruito cadavérico y una chapita (de la que ya se ha apropiado mi hija); solo me falta el autógrafo de los autores, que se me han escapado antes de que yo pasara por la caseta, pero ya los pillaré.
Y los besos de Félix Romeo, todos esos besos de mundo con los que él se despedía siempre en sus e-mails, para conocer, por fin la obra de este gran escritor que hemos perdido hace poco. También lo he empezado esta tarde, y sus Cinco camas y casi setecientos vinos, me ha dejado buen gusto en la boca, como un gran vino.
Por la tarde, he vuelto a la feria para acudir a la lectura de relatos fantásticos del ciclo Hijos de Mary Shelley, con la participación de Adrián Gualdoni (que me ha dejado impresionada con su relato), Juan Miguel Aguilera y Espido Freire. Nos han cautivado con sus tres cuentos, no leídos, sino extraordinariamente contados, sobre la soledad de los monstruos. Un magnífico encuentro con tres grandes escritores, que mantienen el interés no solo por las historias que narran sino por su habilidad al contarlas.
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