De mi álbum de fotos |
—Que se arrime un poco más al
borde de la cama, así, así, más cerca, que vea a su abuelita.
El niño se aproximó, conteniendo
la respiración, a la abuela. Estaba pálida, con los ojos cerrados y la nariz
como más grande y tiesa. Silvia había dicho que parecía dormida, pero no, el
pecho no le subía y bajaba y tampoco roncaba.
—Y ahora dale un beso, guapo
—dijo la tía Margarita. Y como el niño no se movía, insistió,
empujándole: —Anda, para despedirte.
—¡No, que igual se despierta!—
exclamó el chico y escapó de la alcoba como alma que lleva el diablo.
+
Mi último intento para el concurso Rec de hoy.
4 comentarios:
Je je, muy bueno el intento de la familia de convertirla en bella abuela durmiente.
Un abrazo Puri.
Miguel, muy divertida tu apreciación. abrazos
Menos mal que esa costumbre de hacer que los niños se despidieran de los muertos ha quedado en el recuerdo.
Después de ver la foto que acompaña el relato, me gustaría ver el resto de las fotos de tu álbum.
Un beso
sí Ana, menos mal que todo eso se ha perdido. Si quieres ver más fotos, pincha en la etiqueta fotos (dentro del apartado temas).
No están todas etiquetadas, pero encontrarás más. Por lo general las fotos son de mi marido o mías, suelo poner al autor debajo.
Abrazos
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