Abrió la ventana y encontró la
vida. Encontró la vida en el viento que soplaba sus cabellos, en el olor a
hierba recién cortada, en el vuelo de los pájaros, en el calor del sol sobre
sus párpados. Recordó que aquel invierno había estado muerta. Ahora renacía y
para celebrarlo, envió su sonrisa al mundo a lomos del viento.
4 comentarios:
Genial Puri, con tan solo tres líneas llegas perfectamente a los sentidos. Me gustó todo, pero me quedo con el final, se siente cabalgar sobre el viento.
Gracias, besos.
Es todo un canto a vivir.
Besitos
Renacer, y estar conciente de ello debe ser un placer exquisito.
Un poco así como despertar y recordar que vives y
ver tu propio ser caminar hacia la cafetera y efectuar los rituales del café que te reconvierte en algo más allá de un cuerpo aún a medio dormir.
No soy yo mismo hasta ingerir el segundo.
Cabalga sobre el viento, Arte Pun, en libertad y lleno de vida.
Elysa una canto a la vida sí y al sentirla en la piel.
Carlos, lo mejor del renacer es ser consciente de ello.
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