La última alma humana se desperezó, echó un vistazo a la desolación, sintió frío y volvió a encogerse, replegada en sí misma. No había a quien amar, a quién odiar, a quién doblegar. Tenía miedo, pero su voluntad la obligó a expandirse, a permitir que el universo penetrara dentro de sí. Ese ovillo enmarañado se convirtió en un manto que arropaba una inmensidad sin sentimientos. Incluso aquel ejército de desalmados que pretendían destrozarla estaban en su interior, desorientados, incapaces de detectar su presencia. Su primer impulso fue matarlos, pero lo pensó mejor, y como castigo, les perdonó la vida.
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Otro REC para el domingo 1 de enero. No me gusta demasiado el título.... Para mí es simplemente, La última alma humana.
4 comentarios:
Feliz año nuevo Puri. Para determinados desalmados es mejor perdonarles la vida. Un beso.
A veces ese es el peor castigo para algunos: perdonar.
Besitos
gracias por vuestros comentarios,feliz año a las dos!
Perdonar y dejarlos vivir sin alma, el peor castigo...
Es bueno eso de "castigarlos" perdonandoles la vida.
Un abrazo Puri.
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