Muchas veces me dicen que eso de la literatura infantil es muy difícil, yo solo sé contestar que para mí no lo es. A mí la escritura para niños me sale sin esfuerzo, quizá porque no estoy pensando que es para niños (y que por lo tanto no escribo para tontitos) y que en el fondo yo sigo siendo un poco niña todavía. Me encantan las historias de fantasía, llenas de ternura y poesía, en la literatura infantil la imaginación no tiene límites, mientras que la literatura de mayores a veces está demasiado encorsetada. Me atraen los libros para niños desde siempre, me recuerdo con diecisiete años en las librerías ojeando libros infantiles, sus títulos sugerentes, sus portadas llenas de color, las maravillosas ilustraciones, las historias llenas de magia.
También recuerdo mi infancia como un periodo muy feliz de mi vida y supongo que eso ayuda. Y me gusta poner en mis historias todas esas cosas que a mí me gustaban de niña. No sé, quizá para escribir para niños simplemente hay que bucear en nuestro corazón y encontrar ese niño que fuimos, para descubrir que aún seguimos siéndolo. Yo no necesito bucear mucho, aún están flotando muchos buenos recuerdos.
Y en cuanto a que los niños de ahora les interesan otras cosas que a los niños que nosotros fuimos y que contactar con ellos es tan difícil... Bueno, en realidad no somos tan diferentes, a todos los niños nos gusta jugar. Y a todos los niños nos gusta una buena historia, divertida y llena de vida.
También me gusta leer literatura de mayores, por supuesto; incluso me atrevo a escribir algún relato. Y claro que me gustaría escribir una novela. Pero eso me parece más difícil que los cuentos para niños; quizá todavía no me ha llegado el momento de entrar en ese otro mundo.
3 comentarios:
Querida, quien diga que escribir para niños es escribir para tontitos no sabe de qué va la literatura infantil. Escribir para niños es una de las tareas más difíciles que hay. Ellos son los lectores más exigentes y a los que no vas a engañar nunca: si un libro no les gusta, no les gusta y no hay más. Además, su inteligencia y lógica natural les hace buscar en donde nosotros, los adultos, ya no miramos; les hace ver las cosas desde un prisma que nosotros tenemos olvidados y su fantasía es libre, no tiene fronterasni imposibles.
He leído algunos libros sobre este tema y en todos se llega a la misma conclusión: el niño es el lector más inteligente y exigente. Para escribir para ellos lo primero que no hay que hacer es subestimarlos, así nunca les llegaremos a sus corazoncitos.
A mí también me gustan mucho los libros infantiles. Me encantaría no sólo acabar uno que tengo empezado hace siglos, sino ilustrarlo yo, lo que es todavía más difícil.
En fin, que me enrollo sin piedad, hasta otra.
Ah, y anímate con los adultos, al menos es divertido.
Un abrazo,
Anabel, la Cuentista
Anabel, cuando hablo de escribir para tontitos, me refiero a que hay quien piensa al escribir para niños "es que esto no lo van a entender"... Los niños entienden cualquier cosa, siempre que se la cuentes bien.
En cuanto a tus libros infantiles, te digo lo mismo que tú: anímate y lo conseguirás.
En lo de la ilustración, también me gustaría ilustrarlos yo misma, y hago monigotes, incluso he dibujado algunos para mis hijos y para mis sobrinos, pero como hay tan buenos profesionales que lo hacen bastante mejor, prefiero dejarles esa tarea a ellos, al menos de momento.
pues si al menos de momento necesitaras una colaboración, aquí una que se prestaría
por cierto, comparto contigo lo de la terraza grande, pero ya poniéndonos a pedir..qué me dices de un jardín?
.-)
un bico! y gracias por pasarte por mi blog, siempre serás bienvenida
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