jueves, 16 de mayo de 2013

Menú con proteínas






Rosa escucha en la radio: la FAO recomienda incluir insectos en la alimentación por su valor proteico y nutritivo, y por su accesibilidad entre los más desfavorecidos. Ante la nevera pelada, se dice que eso puede ser una alternativa para el menú de mediodía para sus hijos. Las moscas, no, qué asco, a saber dónde han estado rondando. Desde que perdió el trabajo, tiene la casa limpia como una patena, así que no encontrará ni una miserable arañita que llevarse a la boca. Los saltamontes se parecen a las gambas, pero no hay en la ciudad y a las escasas mariposas del parque cualquiera las atrapa, además le daría pena sacrificar esa preciosidad. No quiere ni pensar en abejas ni abejorros peludos, pican y le dan repelús. El estómago se le revuelve pensando en Lucky Luke y las hormigas con miel de los indios del oeste, pero parece lo único a su alcance. Baja al parquecillo y en el hormiguero donde enseñó a los niños la organizada vida de estos insectos, hace acopio de un buen manojo de ellas que va acumulando en una bolsa de plástico.
Se pregunta cómo prepararlas, si tuviera un huevo al menos podría hacerlas en tortilla. Pero ni para huevos estamos a fin de mes. Cuece unas patatas, bien caldosas, y añade en el último hervor las hormigas. Piensa que unas mariquitas le hubieran dado un punto de color, atractivo para los niños, pero eso sería un lujo.
Cuando los niños vuelven a casa del cole, se sientan a la mesa y ella les tritura las patatas con un tenedor. Alberto pregunta qué es eso negro que parece que tiene patas, ella contesta que son unas hierbas nuevas.
—No me gustan las hierbas, ya lo sabes —protesta.
—Pues imagina que son hormiguillas que te hacen cosquillas en la tripilla.
 Ana se ríe y dice:
—¡Mmm, qué ricas, las hormigas!
Mientras los chicos se zampan sin remilgos las patatas, haciendo bromas sobre las hormigas, Rosa se dice que no pueden seguir así. Mañana bajarán al comedor de la parroquia, con la cabeza bien alta.


* * *
Esta es mi participación en la 2ª  Edición de Primavera de Relatos Indignados, tercera jornada: 16 de mayo).

Nos vemos en la alambrada y en Madrid el sábado, los que vengáis a la III Microquedada Microrrelatista!!!! Ya no queda nada.

9 comentarios:

joseluis dijo...

Hay insectos que son deliciosos, algunos con sabores parecidos a la gamba, y forma parte de la alimentación diaria de muchas civilizaciones.

Dice mi madre que de niño yo solía comerme los insectos. Un día casi muere del susto pues ya tenía un alacrán a punto de dejármelo caer en la boca. De ahí me quedó aquello de que algunos bollos me supieran a hormiga, y no lo supe haya mucho después, cuendo ella me contó esto.

Volviendo al tema, te has acercado, nos has acercado con este micro a compararnos con civilizaciones precarias —o quizá más evolucionadas que nosotros o más preparadas para lo que llegue—, una forma de alimentarnos que no nos corresponde. La mirada hacia la iglesia me retumba mucho, pues coincide con aquella sugerencia de que rezando lo pasaremos mejor.

Me has dejado con sabor narrativo muy rico en la boca :-)

arktos-temis dijo...

Esta atribulada mamá puede encontrar un buen manojo de rollizos insectos (se dice que un amplio porcentaje incluso con sobrepeso) en una casona grande, con una escalera flanqueada por dos leones.

Todos saldríamos ganando.

Un abrazo desde el alambre

Yashira dijo...

Uy Puri, seguro que son auténtica proteína pero no quiero ni pensar en tener que comerlos, qué ingeniosa la mamá para hacer a los niños comer hormigas sin rechistar. Y es que no hay nada como una verdad bien contada.

Un abrazo y que disfrutes mucho en Madrid.

Luisa Hurtado González dijo...

Si, yo como MIguel veo posibilidades en los rollizos insectos que se visten como cucarachas. Tiene que conocerlos, la mayoría aparecen en la tele, hablan y dicen bobadas.

Rosa dijo...

Ainssss y le has puesto mi nombre...Al menos tenía unas patatas para completar el guiso. Es triste pedir, pero a los que nos roban no les da ninguna tristeza.

Besos desde el aire, el sábado en persona :)

Nicolás Jarque dijo...

Puri, cuando la necesidad apremia la dignidad se debe aparcar, pues esta última no alimenta como se ha visto en tu microrrelato.

Una historia dura que da en la diana con esta iniciativa.

Abrazos.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Cuando el zapato aprieta, se agudiza la imaginación y el amor propio se guarda en el cajón más escondido de la casa. Es lamentable que nos cuenten lo de los insestos a estas alturas. Muy bueno tu indignado.
Besicos muchos.

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Deslumbrante Puri, el penúltimo párrafo ya me ha dejado tieso de lo bueno que es, el hijo preguntando... Un abrazo.

Ana dijo...

Ando repasando los indignados que me quedan por leer. Puri, a nadie se le había ocurrido lo de los insectos, que según la FAO llegará sí o sí. Grimosillas las patatas. Un beso