sábado, 17 de noviembre de 2012

Vida de perras


Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto. La perrita estira las orejas, se vuelve y corre hacia sus zapatos de tacón. Tacones de aguja, que bailan despendolados. Ese equilibrio imposible, ese andar pisando huevos. La perrita camina a su vera como de puntillas, con elegancia natural. Regresan a casa, en el espejo del ascensor contempla su rostro pintarrajeado. A sus pies, la perrita está tan mona con un simple lacito en el pelo. La perrita se acomoda en su cojín; ella suspira ante la tentación del sofá frente al televisor. Pero la calle le espera, junto a otras perras que malviven del oficio más antiguo del mundo. 

* * *
Mi ultima participación en Rec. El mío también era de perros... Como tantos.

2 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Muy muy bueno, me ha encantado.
Voy a leerlo otra vez, los pequeños detalles.... son tan importantes a veces para marcar una diferencia!!!

puri.menaya dijo...

Gracias, Luisa, lee, relee y vuelve a leer, el caso es disfrutar.