viernes, 23 de enero de 2009

Gaza

GAZA, 17 de enero, 2009


Un niño salió a la calle, asustado, al oír los aviones que portaban las bombas asesinas. Alguien le dijo que las escuelas de la ONU eran un refugio seguro, que ellos no se atreverían a arrojar allí sus bombas. Corrió hacia allí, pero las bombas llegaron antes que él. Los cristales saltaron, vio el fuego desde fuera, se tiró al suelo, cerró los ojos. Parte del edificio se derrumbó.
Otros niños han perdido en esa escuela su vida. Los vio salir de ella con sus propios ojos, vio a los heridos, a los muertos, en brazos de otros hombres. Ahora ya no sabe adonde ir, pues no hay ningún lugar que ellos respeten, ni hospitales ni escuelas ni nada.

Hay miedo en sus ojos, desamparo. Y ese miedo se convertirá en odio. Sale de la ciudad en busca de un lugar donde esconderse, donde no le encuentren las bombas. Un lugar donde poder vivir, pues ahora solo es posible sobrevivir.

¿Pero sobrevivir, hasta cuando?

¿Cuándo llegará el próximo ataque que le arrancará la vida?

* * *

Muchos nos preguntamos: ¿Quién puede justificar una matanza de más de mil personas, niños y civiles en su mayoría, para defenderse? ¿Cinco mil heridos arrastrándose por las calles?

Nadie en este mundo se atreve a parar la venganza militar israelí. Todos callan ante las palabras de Tzipi Livni.

Y los que alzan la voz no consiguen llegar a los oídos de los responsables.

¿Cuándo alguien con suficiente poder gritará por la paz en el mundo?
* * *
Y para ilustrar esta entrada, tomo prestada la siguiente foto publicada en el pais

1 comentario:

María Hesse dijo...

Desde luego es impresionante.Da miedo mirar ael Mundo y ver lo que el ser humano es capaz de hacer.