sábado, 2 de febrero de 2013

El séptimo día



Este texto comienza en: El sexto día

* * *

Decidí crear al hombre a mi imagen y semejanza.
Aparte de las sobras de mi caja de herramientas, debía añadirle sentimientos.
Busqué dentro de mí. Saqué lo bueno y lo malo.
Mis conocimientos de química me ayudaron.
Ahora me siento vacío, muy vacío.
Solo quiero descansar.




Como todo artista contemplo mi obra.
Le falta algo, le sobra tanto.
Nunca se me dieron bien los autorretratos.
Debí conformarme con un espejo.


* * *




5 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Algo o mucho fralló, no?
Muy bueno.
Besicos muchos.

Amando García Nuño dijo...

la verdad es que me ha salido una chapuza, no sé si descansar mañana o dedicar el día a anular la creación de hoy. Abrazos.

puri.menaya dijo...

Casa encendida, demasiados fallos, la perfección no existe, es un ideal.

Amando, ya estás en el día de descanso, tan agotado que ni siquiera pudiste deshacer tu maldita obra.

Besos de chocolate para los dos

Ana Crespo Tudela dijo...

Desvirtuamos tanto nuestra propia imagen que es un peligro crear un calco de ella. Ni siquiera en los espejos nos vemos tal como somos.
Un beso

puri.menaya dijo...

Ana, tienes razón, en los espejos vemos también lo que queremos ver.