Y nada más existió hasta el próximo tren. Al sol se lo tragó el crepúsculo en un lecho de nubes rojas, mientras caminaba por calles solitarias de regreso a casa. Ella también se tragó sus lágrimas, antes de tomar el ascensor para subir a su apartamento. En la cocina sintió su estómago vacío, pero sabía que era imposible llenarlo. Se acostó en la cama desierta y no encontró el calor de su cuerpo. Tendida boca arriba, aún conseguía ver su rostro. Pero la ilusión sólo duró unos instantes, hasta que la oscuridad angustiante lo engulló con su habitual voracidad.
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Otro relato para ReC...
6 comentarios:
Nos acompañas en ese trayecto y nos dejas espectativos, conscientes de esa soledad impresa, muy buen micro.
Enhorabuena, Puri. Me parece uno de tus mejores microrelatos. En cada frase consigues sumergirnos en la soledad.
Un micro sobre la soledad, consigues transmitir esa desolación. Buen intento, Puri.
Besitos
Gracias a todos, os he llevado de la mano de la soledad. Y encima no os he sacado de ella... Hay a quien le parece demasiado pesimista...
Un paseo alrededor de la soledad antes de mirarla de frente. muy bueno.
Rezuma soledad por los cuatro costados y refleja de forma excelente la sensación de vacío y desamparo que nos provoca un tren que se aleja. Un beso.
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