domingo, 9 de octubre de 2011

Para relatos en cadena

-Son las doce horas, un minuto y quince segundos.


¿Medianoche? ¿Ya? Cada vez se me pasan los días más rápido… Estoy tan cansado… Pero no, no puede ser… Los murciélagos no han venido a despertarme. Y esa voz… Tan impaciente… No es la condesa. Es una trampa, para que abandone mi ataúd de día y me convierta en polvo, como este que llevo en las manos. No pienso moverme. ¿Y qué son estos símbolos extraños en la tapa del ataúd?

-Alberto, hijo, ¿te ha dado un paralís? Jaime, por favor, sal a la pizarra a ayudarle con las divisiones.

* * * * *
 
Un microintento para el concurso ReC. Me salió un relato con cierto aire Calvin (el niño de la tira cómica Calvin y Hobes de Bill Waterson).

2 comentarios:

Mar Horno dijo...

Qué capacidad de abstraerse delante de las divisiones. Ya quisiera yo... Un besazo.

Elysa dijo...

Eso es abstraerse totalmente, la verdad es que me ha parecido muy divertido.

Besitos