sábado, 26 de febrero de 2011

Amante de invierno


Venía por la noche. Cuando entraba, el viento se colaba por la puerta, barriendo el pasillo. Yo le oía desde mi dormitorio, sus pasos acercándose con grandes y solemnes pisadas. Aparecía ocupando todo el umbral de la puerta, alto y enorme y yo le contemplaba desde la cama, tapada con las mantas hasta la nariz, muy calentita. Llevaba un abrigo de paño gris oscuro, el gorro con orejeras, la bufanda enrollada al cuello que le cubría hasta los ojos, los guantes que hacían sus manos gruesas, como de oso.

Empezaba a quitarse la ropa, primero los guantes y el abrigo, luego el jersey de lana, los pantalones, la camisa, la camiseta, se quedaba en calzoncillos y calcetines. ¡Brr, qué frío!, exclamaba entonces y se lanzaba al interior de la cama sin perder tiempo. Una ola congeladora se colaba en la cama cuando se metía en ella y avanzaba hacia mí. Sus manos eran cubitos de hielo en mi cuerpo, en sus pies el frío traspasaba sus calcetines y ascendía por mis piernas. ¡Ay, estás helado!, le decía yo alejándome. Pero mi cuerpo deseaba estar junto a él y regresaba a su lado. A veces aún llevaba nieve en las cejas y yo se la lamía, como si fuera un helado, un delicioso helado de invierno. Mis brazos y mi cuerpo lo rodeaban, enroscándome en él como una serpiente, sus manos se caldeaban acariciándome y el deseo hacía arder nuestros cuerpos. Ambos deseábamos la llegada del amante de primavera, ese que se presentaba con un ramo de flores silvestres recién cogidas y que me llevaba a corretear sobre la hierba. Pero mientras tanto, el amor y la pasión se encargaban de calentar de nuevo la cama, con nuestros cuerpos muy juntos, hasta el amanecer.

martes, 22 de febrero de 2011

No digas miedo

- No hay que tener miedo porque el miedo genera más miedo y cada vez más miedo y más miedo…
Su madre le miró con los ojos arrasados en lágrimas. Él la abrazó y sintió la fragilidad de su pequeño cuerpo mientras le decía:
- No te preocupes, yo acabaré con él.
- No, tú no puedes enfrentarte a él – sollozó la madre temblando en sus brazos.
- Es cierto, solo tú puedes hacerlo– le contestó -. Dame la mano y abandónalo de una vez.

Ella se aferró a su mano y rozó por unos instantes la libertad.

viernes, 18 de febrero de 2011

De madres e hijos


¡Pablooo!
¡A cenaaar!
¡Ya voy!

(......)
¿Vienes o qué?
Que sí, que ya voy...
¡No digas voy y ven de una vez!
¡Ya!

(......)

A ver, no vuelvo a gritar,
Pablo a la una,
Pablo a las dos...

(... se le oye correr por el pasillo...)
y Pablo a las...
 
¡Para, para, que estoy yendo...!
...tres!

Por los pelos te ha ido,
hoy casi te quedas sin cenar.
 
 

Odio los voy que nunca vienen...

jueves, 17 de febrero de 2011

La mosca perezosa

Dibujo de la autora del blog y coloreado en photoshop por Elena


La mosca se montó encima de la pelota, para transportarse en ella sin cansarse, así no tendría que mover las alas. La pelota botaba y la mosca cabalgaba en ella. Luego empezó a rodar, y la mosca tenía que correr con sus cortas patitas para mantenerse encima de la pelota, como un equilibrista de circo, cada vez más rápido, cada vez más rápido. Tuvo que correr tanto que acabó agotada, más que si hubiera ido volando...

martes, 15 de febrero de 2011

Lobito de San Valentín

La ilustración es de Elena. Pincha en el dibujo para ver más imágenes suyas.


Con un poco de retraso, al lobo le salió el sarpullido de San Valentín, jaja. Pero está encantado con sus globitos...

Por una caja de leche...

- Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa. Esta caja está cerrada.

Miró con desesperación la fila de la izquierda. Llegaba hasta la sección de charcutería, unas quince personas por delante. Sólo llevaba una caja de leche. Se había prometido no volver a hacerlo, pero le estaban obligando.

- En realidad, no iba a pagar…
- ¿Es una reclamación?
- Podríamos llamarlo así…

Sacó la pistola del bolsillo del abrigo y apuntó a la cajera en la sien:

- Odio las colas del supermercado. Dame todo el dinero de la caja.

lunes, 14 de febrero de 2011

La maldición de san Valentín.

¡Casi se me pasa San Valentín!







¿Sabes cuál es la maldición de San Valentín?



Que el día de San Valentín te caiga una lluvia de corazones que te cubra hasta el cuello y te ahogue...



Y que te salga un sarpullido de corazones por todo el cuerpo...



Y que cuando abras el libro que estás leyendo en vez de letras sean todo corazones mayúsculos y minúsculos...



Y que cuando me mires a los ojos mis iris se hayan convertido en corazones rojos...



Y que cuando enciendas el ordenador cualquier tecla que aprietes escriba un corazón en la pantalla...



Y que tu coche tenga cuatro ruedas rojas en forma de corazones...



Y que las rodajas de chorizo se conviertan en corazones...



Y que del grifo salga una cascada de corazones para lavar los platos...



En fin, que San Valentín se manifieste en todos los momentos del día 14 de Febrero y te sepulte con sus acaramelados corazones...

¡¡¡¡¡¡Brrrrrrr.....!!!!!!!



¡Maldito San Valentín!