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lunes, 2 de marzo de 2015

La llamada





Primero las oímos lejos, un rumor que fue creciendo conforme se aproximaban, y cuando estuvieron sobre nuestras cabezas, su gruir se volvió tan intenso que nos hizo mirar al cielo para descubrirlas volando sobre los tejados. Las grullas regresaban a su hogar en el norte, como cada año en febrero. El niño en el arenero fue el primero en reaccionar: la vibración de su canto le puso inmediatamente en pie, arrojó la pala al suelo y salió corriendo tras ellas. A él le siguió su padre, y una perrita que arrastró con la correa a su ama, la abuela del abrigo negro, emocionada con esas alas que parecían haberle crecido en los pies. En cada esquina nos incorporamos a la carrera otros más, también se nos unió el ciclista y el señor con el carrito de la compra, y hasta la mujer ensimismada, que gracias a la llamada de las grullas volvió a percibir el mundo. Y así fue como todos, impulsados por su gru-gru envolvente, abandonamos la ciudad en busca de la primavera.

* * *
Para el viernes creativo del 26 de febrero en el bic naranja.
Un homenaje a las grullas que pasaron el sábado por Zaragoza, y que despertaron nuestras ansias de primavera.

8 comentarios:

  1. Un muy bonita forma de anunciar la llegada de la primavera.
    Mágico, me gustó.
    Un beso.
    HD

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  2. Gracias HD, las grullas y la foto me arrastraron con su magia , un abrazo

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  3. Excelente idea, casi me dan ganas de correr detrás de ellos.
    Y la foto, también mágica.

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  4. Vamos, Luisa, ¡a correr!!!! ;)
    un abrazo

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  5. Esperadme, que me voy con vosotros, je je.
    Besos Puri.

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  6. No sé si nos vas a pillar, Miguel, ahora estamos volando con el cierzo!!!
    besos

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  7. Genial, Puri. Me apunto al viaje.

    Besazos.

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