“Córtarte esas
greñas”, refunfuña mi madre. Meto la nariz en el café, para esquivar su mirada.
Salgo de casa, el barrio apesta como anoche: calimochos que incendiaban nuestra
risa sin futuro, la vomitona de Javi aún muerde la esquina. El hedor se vuelve
insoportable cuando se acerca Manolo, querrá saber si conseguí el curro. Cruzo
de acera. En la peluquería están cortando el pelo a un niño aferrado al volante
del cochecito de carreras. Nunca viajé tan lejos como en ese coche, cuando mi
mundo era dulce y blando. Digo adiós al niño con la mano, solo conseguiré
marcharme sin mirar atrás.
* * *
Voy con bastante retraso actualizando el blog. Relato con banda sonora de este verano para la canción de The Clash Should I Saty or should I go
Me chirría el final un pelín. Yo pondría "si no miro", e parece más natural esa fórmula. Por el resto la historia dura, pero creíble al 100% y muy bien hilada con el tema.
ResponderEliminarYo voy con retraso con mis comentarios.
Salud.
Yo también voy con retraso, no había visto tu comentario. Quizá me gusta más el final así:"Digo adiós al niño con la mano, y me marcho sin mirar atrás".
ResponderEliminarGracias por pasar y comentar, Miguel Ángel, abrazos