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viernes, 26 de agosto de 2011

Relatos de verano I (el principio, saboreando las vacaciones)

Una serie de minimicros de verano, para que disfrutéis de lo que nos queda... (eso a los que aún os queden vacaciones, que a mí ya solo me quedan fotos y recuerdos...)


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Septiembre parecía muyyyy lejos, tomabas algunos helados, veías un par de películas en el cine, hacías castillos de arena, cuadernos de vacaciones... y al doblar la esquina aparecía  el monstruo de la vuelta al cole para espantarte el verano.

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En la montaña, había un cielo nocturno increíble. Y yo me había dejado las gafas en casa. Pero él me dijo el nombre de todas las estrellas.

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Lo mejor del viaje era cuando mi madre exclamaba: ¡Mirad, el mar! Y todos estirábamos el cuello para ver ese triángulo azul tan deseado.

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Una toalla para dos. Resbalar en tu piel. Besos con olor a aceite de coco. Que no se acabe nunca este verano. Que no te acabes tú.

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7 comentarios:

  1. "¡Mirad, el mar!" Lo viví durante tantos años... qué nostalgia.

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  2. Gracias por esta entrada y la anterior, hace mucho que mis vacaciones se acabaron pero me has traido el recuerdo.
    Un beso

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  3. Gracias por traerme vacaciones... Yo no he tenido y no se si tendré...Snif, snif.

    Besos desde el aire

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  4. Pues si... la verdad que el bizcocho estaba increíble!!! Supongo que lo probarás cuando vuelva a hacer ;)! un beso!!!

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  5. Se agradecen estos minicuentos tan frescos de esta y la anterior entrada. Ya que no he tenido "vacas" me ayudan a imaginar.

    Beitos

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  6. Bittersweet, sí, y nos entraba una alegría...

    Luisa, se acaban las vacaciones, pero nos quedan los recuerdos.

    Rosa, ya, pobre, pues nada, a tratar de montarse unas minivacaciones en el fin de semana, aunque sean de cuentos y de libros, de dsifrutar de pequeños ratos bien aprovechados.

    Elysa, te digo lo mismo que a Rosa, tratad de disfrutar al máximo. Deberíamos hacer que cualquier día tuviera un trocito de vacaciones para desconectar del mundo.

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